Harvey, Gordon. Cómo se citan las fuentes (p. 9-62)
El saber no es un hecho aislado. Es fruto de un proceso de elaboración y contraste a partir de los conocimientos de otras personas, a quienes los estudiosos denominan "fuentes".
Con frecuencia se distingue entre fuentes "primarias" y fuentes "secundarias", según el papel que desempeñen dentro de la exposición. Las fuentes primarias aparecen como datos sin interpretar; en sí, no entran a debatir o analizar el asunto objeto del trabajo. Para emplear una fuente primaria es necesario interpretar o deducir su significado. Las fuentes secundarias sí entran a debatir el asunto, y realizan deducciones y afirmaciones que pueden tanto aceptarse como rechazarse.
El hecho de reconocer o "documentar" las fuentes mediante las correspondientes citas y referencias no sólo denota la honradez y generosidad del autor, sino que también refuerza los argumentos expuestos.
El reconocimiento de las fuentes es por tanto una obligación, una ventaja y también un servicio que se presta.
Cuando aceptamos una idea y la utilizamos para construir nuestros argumentos, la cita nos ahorra volver a demostrar su validez; además, estamos poniendo de nuestro lado a la autoridad de dicha idea. Si, por el contrario, cuestionamos o reinterpretamos una idea, la cita de la fuente aumenta el interés de nuestros argumentos en cuanto que rebaten o puntualizan una postura ya publicada.
PRIMER PRINCIPIO: El uso de las fuentes ha de hacerse de la forma más concisa posible, evitando que el razonamiento del autor quede difuminado por la presentación que se hace del pemamiento de otras personas, o que su voz acabe confundida con la cita de otras voces.
En los siguientes casos deben citarse literalmente las fuentes: • La postura del autor de la fuente está tan concisa y claramente definida que no es posible expresarla mejor. • Una determinada oración o frase en la fuente resulta especialmente gráfica o llamativa, o genuinamente típica y representativa del asunto que se está debatiendo. • Un párrafo importante resulta tan difícil, denso o rico que requiere un análisis detenido, lo que a su vez aconseja su reproducción para que el lector pueda seguir el análisis que escribe el autor. • El autor hace una afirmación de tal naturaleza que el lector desconfiado preferida conocer con exactitud y de primera mano lo que dice la fuente. Algo no infrecuente cuando se critica o no se está de acuerdo con la fuente; el lector quiere estar seguro de que la fuente se ha interpretado correctamente. La fuente ha de quedar suficientemente citada para no dejar dudas sobre su contexto y su significado.
SEGUNDO PRINCIPIO: El lector no debe tener dudas de quien le está hablando: el autor (y el que cita) o la fuente.
TERCER PRINCIPIO: La relación entre la fuente incluida en el artículo y el argumento del mismo debe quedar siempre clara.
LA REFERENCIA A LOS TíTULOS DENTRO DE UN TRABAJO: Deben subrayarse o escribirse en cursiva los títulos de: libros (como en la línea 7 de la página 17), colecciones, periódicos y revistas, obras de teatro, poemas largos, películas, composiciones musicales y obras de arte. Enmarcados entre comillas se escribirán los títulos de artículos sueltos, capítulos, ensayos, historias o poemas cortos. No deben subrayarse la Biblia ni sus libros, o documentos legales como la Constitución. La letra cursiva es equivalente al subrayado.
Uso de entrecomillado
a) Entrecomillar sólo lo necesario y cuando resulte especialmente gráfico.
b) La construcción de las frases debe adaptarse con agilidad a la inclusión de la cita.
Si fuera necesario añadir o cambiar una palabra de la cita para adecuarla a la frase empleada por el autor, la palabra modificada deberá enmarcarse entre corchetes [ ] .
No obstante, el recurso a esta fórmula engorrosa ha de restringirse al máximo; siempre que sea posible, las frases han de construirse de forma que la cita sea al pie de la letra.
d) Elegir cuidadosamente el verbo que anuncia la fuente.
Normas técnicas
a) No poner una coma automáticamente antes de un entrecomillado
b) Al final de una cita entrecomillada irá una coma o un punto fuera de las comillas
e) Cuando se citan poesías, se utiliza una barra (/) para separar los diferentes versos, insertando un espacio antes y después de la barra
d) La puntuación final de un entrecomillado dentro del texto del trabajo se indicará con el signo que requiera dicho texto
e) En los demás casos se entrecomillará la fuente literalmente
Cuando en el párrafo de una fuente hay un error ortográfico o gramatical se incluirá, entre corchetes, la palabra latina [sic] después del error en cuestión, para aclarar que la incorrección procede de la fuente original.
ELIPSIS U OMISIÓN DE PALABRAS CON PUNTOS SUSPENSIVOS: Los puntos suspensivos se utilizan para omitir palabras en medio del párrafo de una cita
Citas en bloques
Para citar más de cinco líneas de un texto en prosa, o dos versos de una poesía, el párrafo puede reproducirse en forma de bloque con el texto sangrado.
a) Todas las líneas del bloque irán sangradas 10 espacios a partir del margen izquierdo, para separar claramente el bloque de la pausa en el párrafo.
b) Los bloques sangrados no van entre comillas; el sangrado sustituye a las comillas
e) El texto debe avisar al lector de quién va a hablar y qué es lo que va a escuchar.
d) La frase que introduce al bloque debe acabar con dos puntos
e) Una cita recogida en un bloque debe estar seguida de una reflexión o comentario que aclare la razón de la transcripción de la fuente citada.
f) Las referencias entre paréntesis dentro del bloque citado se escriben antes del punto final de la última frase citada.
Notas discursivas
En ocasiones, el autor pretende contar al lector algo que no explica directamente su argumento, ni reconoce o documenta una fuente. Las notas a pie de página y las notas al final sirven para estos propósitos. Se recomienda usarlas de forma restringida, excepto en las tesis y en trabajos de investigación más extensos.
La cita de las fuentes
a) Siempre que se utilicen datos e información objetiva procedentes de una fuente.
b) Cuando se reproducen literalmente dos o más palabras seguidas, o incluso una sola palabra o un rótulo distintivo o especialmente llamativo
e) Al resumir, parafrasear o emplear de cualquier otra forma las ideas, opiniones, interpretaciones y conclusiones de otras personas
d) Cuando se utiliza el pasaje de una fuente por su especial estructura, su estrategia y ordenación o su método genuino y diferenciado
e) Al mencionar de pasada algún aspecto del trabajo de otro, siempre que no se trate de un trabajo bien conocido y de amplia difusión
** Ante la duda de citar o no citar una fuente, es preferible hacerlo
¿Cuándo no hay que citar?
a) Cuando la fuente y la localización de la página del párrafo relevante resultan obvias debido a una referencia anterior en el mismo párrafo del trabajo. Es importante, sin embargo, que el texto deje siempre claro dónde está recurriendo a la fuente, sin aportar ideas propias.
b) Al escribir sobre temas del dominio público o "conocimiento general". Pero debe citarse la fuente cuando, aun tratándose de información de común conocimiento, se escribe extrayendo una cantidad considerable de información de una sola fuente.
c) Las fases que se han incorporado al habla cotidiana tampoco se citan.
d) Cuando se usan frases o ideas surgidas en una conversación mantenida entre amigos, compañeros o profesores, incluidas las conversaciones a través del correo electrónico y otros medios teleinformáticos. Esta clase de ayudas puede reconocerse mediante notas en el texto (véase el apartado 2.4)
Métodos para las citas
Por "suficiente información" se entiende el nombre del autor de la fuente, el título de la obra y el volumen que la incluya, si lo hubiera, la fecha de publicación del volumen y, generalmente, el número de página del texto citado. Si se cita una revista, hay que mencionar el número de volumen y las páginas correspondientes. En el caso de los libros se debe proporcionar el lugar de publicación y, frecuentemente, el nombre de la editorial. Otras fuentes, como las electrónicas y las orales, requieren una atención más detenida (véase el apartado 4.2)
La mayoría de los estilos siguen uno de estos tres métodos básicos:
a) Notas secuenciales: Este método consiste en insertar una referencia numérica en formato de superíndice que remite al lector a una nota al final de la página (nota al pie) o al final del trabajo (nota al final)
b) Cita dentro del texto que remite al lector, en el estilo autor-página, a una lista alfabética de "Obras citadas". ** El estilo autor-página-año se adapta bien a los profesionales de las ciencias sociales (por ejemplo, antropólogos y lingüistas) que emplean tanto extractos de libros como de artículos.
e) Llamada de cita: Muchas revistas científicas requieren la identificación de cada fuente mediante un símbolo u otra marca, normalmente un número, aunque también puede ser una letra correspondiente a las iniciales del nombre o apellidos del autor. Cada vez que el texto se refiere a esa fuente, el número o letra aparecerá entre paréntesis o corchetes, remitiendo a una lista de "referencias" al final del trabajo. Con frecuencia, las fuentes se enumeran según el orden de aparición en el trabajo.
Reconocimiento de fuentes no citadas. Si esta clase de fuentes aportan una ayuda significativa en la elaboración del trabajo, el autor, aunque no las incluya en su lista de referencias, deberá expresar su reconocimiento a través de notas al pie, notas al final o un reconocimiento expreso. Al hacerlo demostrará su generosidad y sensibilidad intelectual.
Uso incorrecto de fuentes: Plagio
Los plagios se producen cuando el autor hace pasar ideas, palabras o información de otra fuente como si fueran propias, omitiendo expresamente la referencia a su autoría verdadera.
En general, todo plagio adopta una de las formas siguientes:
a) Omisión de la cita de datos o información de una fuente
b) Omisión de la cita de una idea
c) Omisión del entrecomillado en un párrafo o en una .frase reproducida literalmente (la refiere pero la realidad es que no toma ideas sino palabras)
d) Omisión de la cita, tras servirse de la estructura u organización de las ideas expuestas en una fuente (El lenguaje es diferente del empleado en la fuente, pero el plagio sigue existiendo porque se ha reproducido la estructura intelectual y la presentación del tema de la fuente sin haberla citado)
Otros usos incorrectos de las fuentes
a) Falsear las evidencias. Estas conductas atentan contra los principios básicos de la investigación académica (razonamientos válidos basados en datos y evidencias reales)
b) Colaboración deshonesta (se oculta lo sucedido y dos alumnos presentan trabajos más o menos idénticos que han elaborado juntos)
c) Trabajos duplicados o coincidentes anteriores
d) Inducción al plagio
Riesgos específicos al utilizar fuentes electrónicas
En primer lugar, las fuentes a las que se accede a través de Internet parecen flotar en el espacio, de forma anónima, y cuesta muy poco incorporarlas a un trabajo (sin necesidad de llevar a cabo el paso intermedio de la transcripción); todo ello favorece el plagio casual y no tan casual.
En segundo lugar, la agilidad de la navegación por las páginas de Internet permite ver muchos documentos en poco tiempo, y el internauta puede caer en el hábito de seleccionar párrafos para sus trabajos sin prestar demasiada atención al contexto determinado en el que los ha encontrado.
En tercer lugar, aunque las publicaciones periódicas suelen estar editadas con seriedad y bien referenciadas, gran parte de la información en Internet no se elabora con el mismo rigor.
Las fuentes en Internet de dudosa fiabilidad no deben usarse en ningún caso.
Algunos problemas que presentan las fuentes electrónicas se derivan de la posibilidad de su modificación, e incluso su desaparición, pasado el tiempo, lo que dificulta el acceso de los lectores que deseen recuperar y verificar los textos citados.
Cómo evitar situaciones de alto riesgo
1. No dejar la redacción del trabajo para el último minuto
2. No recurrir a fuentes secundarias para un trabajo, salvo permiso o petición expresa
3. Evitar basarse exclusivamente en una sola fuente secundaria en busca de información o de opiniones
4. Al tomar notas, esforzarse en distinguir las palabras y pensamientos propios de los recogidos en la fuente.
5. Redactar las notas de forma activa, no pasivamente.
6. No pretender hacerse pasar por una persona más culta y sofisticada de lo que se es.
7. Hablar siempre con el profesor en caso de problemas personales que impidan la concentración, ante la confusión o el agobio por las fichas, o ante un bloqueo insuperable
8. No pedir prestado el trabajo de otro compañero
9. No redactar nunca un trabajo a partir de notas ajenas
10. No escribir los trabajos junto con un compañero
11. No presentar un trabajo, o partes del mismo, que ya se haya presentado (o se pretenda presentar) para otra clase, sin el permiso por escrito de los profesores afectados.
12. Guardar siempre una copia en disquete y salvar el archivo después de cada sesión de trabajo, y al final del mismo.