Botton, Flora. China, su historia y su cultura hasta 1800., pp.19-97.
En la topografía china se observan tres niveles: (a) las planicies costeras y las colinas, (b) los altiplanos y (c) las montañas.

La diversidad de la topografía, el clima y los tipos de cultivos han dividido tradicionalmente a China en el norte y el sur, con frontera en el Río Yangtsé, lo que explica su regionalismo y las diversas subculturas.

Sin que sea un determinismo, China ha tenido barreras geográficas: estepas y desiertos norte, el Pacífico al Este, grandes cadenas montañosas al suroeste y junglas en el sur.
La escasez de terrenos cultivables aglomera mucha población en ciertos puntos. Su división política es 18 provincias, cinco regiones autónomas y tres municipios subordinados al poder central.
La población china tiene rasgos similares, 94% es etnia han y el resto son cerca de 50 minorías étnicas, que viven mayoritariamente en regiones escasamente pobladas del norte, oeste, sur y suroeste.
Hay dos grupos lingüísticos, sinotibetanos y altaicos, aunque hay gran diversidad de dialectos. El idioma oficial, putonghua (mandarín) es hablado en el norte, partes del oeste y suroeste. Existe el wu, min y en guangdong, cantonés que es la más extendida entre los chinos de ultramar y la que usualmente identificamos como lengua china. (Berlitz: En conclusión, aunque el cantonés y el mandarín son dos variedades del idioma chino - básicamente los mismos caracteres -, presentan notables diferencias en la pronunciación, tonos y uso de caracteres. El mandarín es el dialecto más ampliamente hablado y se utiliza como idioma oficial en China continental, mientras que el cantonés es prominente en la región de Hong Kong y áreas cercanas.) La escritura tiene tres tipos de caracteres, pictográficos (objetos), ideográficos (arriba, abajo) y fonéticos (cómo se pronuncia).
Orígenes
No hay mitos de migraciones desde otras partes del mundo. Fue poblada seguramente desde el pleistoceno inferior (2,5 a 1,8 millones de años).

El más famoso de los antepasados chinos es “el hombre de Pekín” de hace unos 500.000 a 600.000 años, hallado entre 1921 y 1937: caminaba erguido, conocía el fuego y vivía de caza y recolección. No es seguro que sea antepasado directo y sus restos desaparecieron en 1941.
El origen de la civilización china está en las culturas neolíticas, con asentamientos en forma de aldeas, agricultura, animales domésticos, prendas y algún intercambio económico.
Prevalecieron dos: yangshao (unos 5.000 a.C.) y longhshan (unos 3.000 a.C.), se supone la segunda evolución de la primera. Sus costumbres funerarias son muy diferentes. En la yangshao eran clanes matrilineales y la mujer tenía un estatus preeminente. La Longshan es patrilineal y la posición de la mujer es más baja. Se suponía la yangshao había llegado de Cercano Oriente pero múltiples hallazgos permiten suponer un origen autóctono. Los historiadores marxistas ven un comunismo en esta fase.
Prehistoria
No hay mitos fundacionales, y el más conocido, el de Ban Gu que engendró un huevo que contenía mezclados cielo y tierra, es del s. IV a.C. Textos remotos hablan de tres soberanos, uno inventó el pastoreo, el matrimonio y los instrumentos musicales; otro el fuego y el tercero la agricultura, la medicina y el comercio.
Luego viene la época de los Cinco Emperadores, el más importante Huangdi (2697 a.C.) estableció liderazgo en Shanxi, en las llanuras del Río Amarillo.

De ahí nace luego la dinastía Xia. Hubo dudas de su existencia real, pero hallazgos arqueológicos en los 60 del s. XX han reavivado la discusión, al hallar restos de cultura posterior a yangshao y longshan, pero antes de Shang (1900 - 1500 a.C.).
Cada emperador legendario aporta algún elemento civilizador y se premia más el mérito que el nacimiento.
Además se perfila un estado imperial y centralizado.
China antigua
Hasta principios del s. XX, la dinastía Shang (y la Xia) eran un mito, pero se han hallado “huesos oraculares” y otros objetos con inscripciones que apuntan hacia una evolución de la cultura longshan.
Los Shang fueron los primeros en establecer ciudades que combinaban centro ceremonial, administrativo y de defensa.La etapa más cercana Anyang fue la capital definitiva, con una población con alto grado de desarrollo en bronce y cerámica, cerca de ríos y con tierras fértiles que les rodeaban. Los edificios eran subterráneos.
La agricultura era la actividad más importante, pero la tecnología agrícola no se desarrolló en esa medida y se basó más en la administración eficiente, con desigualdad entre clases, lo que se nota en viviendas y tumbas. Usaban sistema decimal y conchas como monedas.
El rey era jefe secular y religioso. Había cacerías punitivas para mantener el dominio, pero se supone había una estructura feudal incipiente pero hay debate. Usaban carruajes tirados por caballos.
Escribas, oficiales militares, administradores y adivinos eran clases privilegiadas. Los artesanos gozaban de prestigio. Los historiadores marxistas ven una sociedad esclavista en esta fase, pero es disputado.
Había espíritus benévolos (shen) y malévolos (gui) que controlaban la existencia de los seres humanos y debía ser aplacados con ofrendas y sacrificios. Practicaban el culto a los antepasados.
No se conoce el origen concreto de la escritura actual, pero en la época Shang se usaban pictogramas, ideogramas y símbolos fonéticos sobre tiras de bambú o madera.
Otro gran logro fue el bronce, con vasijas rituales y armas.

Se supone que era una tecnología importada, pero hay hallazgos anteriores a Shang. Había escultura en piedra y mármol, y grabados en cerámica.
Hubo siempre tendencia a la fusión cultural, que se vio al suceder a la dinastía Shang, la Zhou.
Así como el último rey Xia cayó por maldad y corrupción, el Shang cayó por pérdida de virtud. Claro que esto son elaboraciones con criterios de legitimidad muy posteriores.
Zhou
La más larga de la historia china. Desde s. XII a III a.C., pero no es uniforme. Se distinguen dos períodos Zhou Occidental, con capital en Hao, cerca de Xi’an (1027-771 a.C.) y Zhou Oriental (771-257 a.C.) con capital en Chengzhou.
No eran un grupo étnico diferente a los Shang. Tuvieron contactos previos y aprendieron la cultura Shang. Wen, construyó un fuerte y con ayuda de algunos Shang, tomó el poder. Hubo rebeliones pero fueron dominadas.
Al duque Zhou se le considera modelo de virtud confuciana, y se atribuía conquista a un castigo a los decadentes Shen.
Organizaron la sociedad con el sistema fengjian, un feudalismo al estilo chino. Hizo repartos de tierras a parientes y vasallos, con un sistema de trueque de tierras y hereditario para las aristocracias locales, que controlaban económica y políticamente el territorio y sostenían un ejército. El rey tenía el título de Hijo del Cielo y se le debían actos de obediencia. Los campesinos aunque ligados a la tierra tenían alguna participación política en asambleas, a diferencia de los siervos del feudalismo europeo, y las relaciones de intercambio entre soberano y vasallo eran más de beneficio para ambas partes.
Los historiadores marxistas ven aquí una tercera etapa: el feudalismo.
Restos de este feudalismo perdurarán hasta incluso el s. XX.
Este sistema propició la construcción de ciudades que eran centros ceremoniales, administrativos y de defensa. Seguían patrón mágico-religioso con criterios de geomancia (fengshui)
La clase dominante no se dedicaba a labores productivas y eran sostenida por campesinos que se agrupaban en familias y rotaban labores y había criterios colectivos.
El enorme territorio sobre el que ejercían poder implicó territorios independientes que miraban hacia una metrópoli, pero este poder fue cediendo y la independencia creciendo, lo que marca el principio de Zhou Oriental (770-256 a.C.)
Surgimiento de los estados independientes: Período de Primavera y de otoño (nombre según un texto de Confucio) 722-481 a.C. Las amenazas de los pueblos nómadas y de estados periféricos y el poder fue reduciéndose al reducirse los estados aliados. En la última confrontación quedaron siete estados: tres que ya habían sido poderosos anteriormente, Qi, Qin y Chu; Yan, que se fortaleció a fines del siglo IV, y los tres estados que surgieron después de la desintegración de Jin en el siglo V: Zhao, Wei y Han.
Los grandes cambios: los estados Combatientes (403-221 a.C.): numerosos estados en pugna. Nuevas tierras de cultivo se habilitaron con obras de irrigación (algunas permanecen) e instrumentos de labranza, liberándose un poco de dependencia de aristocracia y allegaba nuevos tributos. Cada estado se especializó y hubo gran comercio. En esta época aparece la moneda de metal. Ciudades crecieron y se especializaron (algunas comerciales, otras académicas, etc). El arte de la guerra se transformó, destacando la caballería, se profesionalizó carrera militar, se empezó la construcción de murallas que llegarían a ser la Gran Muralla en el s. III a.C. La administración pública se profesionaliza en manos de burócratas no hereditarios sino por mérito. Hubo cierta movilidad social para los campesinos. En Qin se iniciaron reformas legales radicales con un nuevo sistema de tenencia de la tierra, limitando herencia y permitiendo enajenación, dando así un golpe mortal al sistema feudal, con el apoyo de los filósofos “legalistas”. A los viejos aristócratas se les podía degradar si no se habían destacado y a los campesinos que aumentaban su productividad se les eximía de otros trabajos. Shang Yang hizo de Qin un estado verdaderamente fuerte.
En 249 a.C. terminó la dinastía Zhou, cuyo territorio ya había desaparecido, y en 221 a.C. cayó Chu y Qi se rindió. Por primera vez China estaba unida.
Los cinco clásicos, base de la tradición cultural china, no son todos de la misma época histórica y, además, cada uno de ellos contiene partes escritas en épocas diferentes.
1.- El libro de los cambios (Yijing o I-Ching). Originalmente un manual para adivinación, el Yijing fue objeto de un sinfín de comentarios que le atribuyeron un sentido filosófico profundo.
2.- El libro de documentos (Shujing) de carácter ritual o religioso, de principios de la época Zhou, pero Wikipedia dice “edictos imperiales y conversaciones entre emperadores y ministros reflejando la astronomía, geografía, pensamiento filosófico, educación, leyes y sistema institucional de ese periodo histórico”.
3.- Shījīng, el Libro de la poesía, es una colección de himnos tomados de las ceremonias y los ritos oficiales que se cantaban y bailaban en las cortes acompañados por la música de campanas de bronce y de series de piedras sonoras.
4.- Los Anales de Primavera y de Otoño (Chunqiu), anales de la corte de Lu, de 722 a 481 a.C, hasta la muerte de Confucio.
5.- El libro de los ritos (Liji), en realidad éste es un libro posterior a la época Zhou, pero con elementos tomados de tiempos más antiguos. El Liji describe ritos apropiados para diferentes situaciones de intercambio social, ceremonias y actividades recreativas.
Un humanismo temprano separó lo humano de lo divino, pero a la vez se desarrolla también la doctrina del Mandato del Cielo a fin de justificar la toma del poder por los Zhou, y la religión, con sus cultos ancestrales, se volcó hacia el cumplimiento de ciertos patrones de conducta, como son la piedad filial y la obediencia, virtudes netamente humanas pero que tenían la aprobación del ámbito divino.
El Cielo, la deidad máxima, tenía un modo natural de funcionar, un camino (dao o tao). Es así como, desde muy temprano, el concepto de dao se usó para significar el camino o el modo de conducirse apropiadamente según el lugar y el deber de cada persona.
Esta actividad dio lugar a un sinfín de escuelas de pensamiento conocidas en la tradición china como «Las cien escuelas". Entre ellas, las más importantes, por su influencia posterior, serían el confucianismo, el taoísmo y el legalismo.
Confucio y la doctrina que fundó, el confucianismo, han llegado a ser sinónimos de todo el pensamiento chino y aunque la República Popular China lo ha combatido, no ha desaparecido. Confucio (551-479 a.C.) se llamó en realidad Kong Qiu y fue conocido como Kong Fuzi (el maestro Kong). En un período de caos, buscaba recuperar orden tradicional y le valió apelativo de reaccionario. En primer lugar, insiste en que el caballero, el junzi, es el hombre de bien por su comportamiento y su rectitud y no por su nacimiento. La virtud principal es el ren, o sea la cualidad misma de ser humano y de querer a los demás seres humanos, y todo junzi debería tratar de alcanzar el ren a través del autoperfeccionamiento. El gobernante debe dar el buen ejemplo y demostrar capacidad y virtud. Confucio fue un gran maestro y un gran innovador de los métodos de enseñanza.
Entre los discípulos de Confucio de generaciones posteriores se destacaron sobre todo dos: Mencio (ca. 372-289 a.C.) - si hay desorden y miseria, obviamente no está gobernando con virtud y ha perdido el “mandato del Cielo”. En este caso el pueblo puede rebelarse y despojarlo del poder.
Xunzi (ca. 238 a.C.) - Para Xunzi la naturaleza humana es mala, pero puede transformarse por el estudio y el esfuerzo, con reglas externas.
Taoísmo. En el taoísmo tenemos una dimensión distinta del pensamiento chino. Es contrario y complementario al confucianismo. Se dirige al individuo, su necesidad de felicidad personal y de liberarse de las restricciones. Casi todo el pensamiento daoísta se encuentra en dos libros fundamentales: el Tao Te King (atribuido al sabio Lao-Tse del siglo VI a. C) y el Zhuangzi (anécdotas, alegorías, parábolas y fábulas que a menudo son humorísticas e irreverentes en su naturaleza y que abundan en contradicciones y paradojas).
La tercera corriente importante de pensamiento que surgió en China en la época Zhou fue el legalismo. Tanto el confucianismo, por su exaltación del mérito sobre el nacimiento, como el taoísmo, por su retorno a la naturaleza y su rechazo a las instituciones, marcan una decadencia del feudalismo. Otra dimensión de esta decadencia la señala el legalismo, que es más una guía práctica para gobernar y para administrar bien el estado que una doctrina filosófica. Fue creándose una tradición de burócratas con una actitud pragmática que pensaban de qué manera podía gobernar eficazmente el soberano. había tres énfasis: la ley, lo técnico administrativo y la efectividad y luchaban por prevalecer. El legalismo se opone al confucianismo en cuanto rechaza la autoridad "moral" (la única autoridad es la del soberano), no mira hacia el pasado, se concentra en el presente y pide resultados prácticos.
Las diversiones de los aristócratas, aparte de la guerra—que más adelante se volvió menos divertida—, eran la caza, los torneos y las fiestas en las cortes en donde juglares, bailarines y músicos los entretenían. El pueblo, es decir, los no aristócratas, no vivía tan bien, pero había comerciantes que poseían bienes. La estructura familiar sufrió modificaciones: de ser matrilineal en Shang y Zhou Occidental pasó a ser patrilineal y exógama más adelante. La posición de las mujeres se fue deteriorando a través de toda la historia de China. Según la ética confuciana las mujeres debían obedecer a su padre, al esposo y al hijo mayor.