lunes, 26 de mayo de 2025

Problemas de la Grecia clásica

Bravo, Gonzalo "Problemas de la Grecia Clásica" en: Historia Del Mundo Antiguo p. 241-286.


El siglo V a.C., presenta un dinamismo político y social que desborda los estrechos marcos de la polis: guerra continuas, desarrollo económico de algunos estados y del comercio, relaciones interestatales y consolidación de formas de gobierno tradicionales.

Hay más fuentes, además de Tucídides y Heródoto, Éforo, Helánico, Jenofonte, Platón, Aristóteles, Andócides, Lisias y obras de Esquilo y Aristófanes: el hilo conductor es la rivalidad entre Esparta y Atenas.

Advierte sobre el uso de términos políticos modernos como imperio, conservador, revolucionario, etc., sin validar su contenido. Esto se enmarca en debate entre primitivistas (narrar historia en sus términos) y modernistas (en términos actuales pero con utilidad analítica) y sobre denominaciones impropias que proporcionan imágenes distorsionadas.


1. La guerra contra los persas

La confrontación conocida como Guerras Médicas fue el final de un proceso de tensiones. Los aqueos (griegos) se instalaron en los Balcanes y los persas hacia el este. A finales del s. VII a.C., los medos adquirieron poder y en 575 Ciáxares se enfrentó a Aliates, rey de Lidia, pero hubo alianza matrimonial del hijo de Ciáxares con la hija de Aliates. Astiages fue el último rey medo. Ciro el persa lo derrotó y en 549-547 a.C., unió los tres territorios (lidio-medo-persa).

Luego se dirigió al imperio neo babilónico (que dominaba Siria, Asiria y Palestina) y lo conquistó en 538 a.C.  Egipto fue logro de su hijo Cambises en 525 a.C. Darío lo sucedió en 522 y emprendió la reconquista de Tracia y otras ciudades griegas del Asia Menor (Anatolia). En 499-493 hubo una revuelta en Jonia, que se extendió a otras ciudades de Asia Menor, Chipre y Tracia. Persia se impuso y lo controló (con ayuda fenicia) pero tuvo que aceptar gobiernos democráticos en esa satrapía. Este fue el casus belli. Desde Helesponto (estrecho de Dardanelos, Egeo-Marmara e Istambul) partió expedición hacia el Egeo, pero fracasó. Una segunda buscó apoyos en Atenas, donde encontró apoyos (o colaboracionismo). Atenas en dificultades políticas internas por disputas de familias poderosas, derivadas de reformas de Clístenes no podía hacer frente a los persas. Esparta no negó apoyo pero lo condicionó por motivos religiosos. La expedición persa partió de Samos y llegó a las islas Cicladas y tomo Eretria, reduciendo a esclavitud a sus habitantes. Esto alarmó a los atenienses.

Hubo varias batallas. Maratón en 490 que con una buena estrategia, obligando al ejército a pelear en fracciones, fue de triunfo ateniense. Esparta envió apoyos tarde, lo que inició las rivalidades.

La muerte de Darío dejó el poder en manos de Jerjes, que impulsó el expansionismo. Se fundó la Liga Helénica, liderada por Esparta. Los persas habían conseguido apoyo en Grecia central y eso les dio el poder de triunfar en las Termópilas (480). El triunfo duró poco pues pocos meses después en Salamina los griegos se impusieron y obligaron a Jerjes a la retirada. Esto aumentó la confianza griega y provocó rebelión en Jonia contra los persas en Samos.  Aunque las fuerzas de la Liga Helénica se mantenían fuertes, Ática estaba en riesgo. Mardonio, de los persas, busca alianza con Atenas a través de Alejandro, rey de Macedonia, pero fue rechazada. Atenas pidió apoyo a Esparta pero se negó. No intervino hasta que fue una acción de la Liga en conjunto. La batalla terminó con éxito griego, liberación de Jonia y su inclusión en la Liga Helénica.





2. Ligas y Hegemonías

El mundo de los estados aislados, políticamente autónomos y económicamente autosuficientes cede en el s. VI a.C. y se desarrollan organizaciones supraestatales para tener protección.  Hubo algunas dificultades para las alianza por rivalidades entre poleis y por el deseo de Esparta de una Liga del Peloponeso, dominada por Esparta. Hubo intervenciones militares espartanas en Ática en 510 y 502 a.C., para deponer tiranos. Eso dio como resultado una alianza con Atenas que duró hasta 462 a.C. 

En 481 se forma la Liga Helénica, liderada por Esparta y Atenas por su evidente protagonismo. Hubo varios congresos de la Liga, acordando paz entre poleis y el liderazgo de Esparta (que hacía el aporte más grande de ejércitos). Luego nació la Liga de Delos o Liga Ática (ateniense), en 477 y convivió con la Liga del Peloponeso (espartana). La liga Ática se fortaleció y recaudó tributo de 250 estados miembros.


3. El “Imperio ateniense”.

La hegemonía en el mar era indiscutible. Corinto se alineó con Atenas, mientras que Egina (isla entre Atenas y el Peloponeso) fue distante. Fue acusada de “medismo” y Atenas pidió intervención de Esparta que no llegó. Atenas continuó creciendo en naves y pasó de 50 en 487 a 250 en 482.

Mientras tanto, las reformas de Clístenes buscaban equiparar fuerzas políticas en Atenas. El consejo de los 500 se constituyó como poder ejecutivo, judicial y algo de legislativo. Los arcontes subieron de 9 a 10 y como integrantes del Areópago, fueron los guardianes de la constitución y mantuvieron sus competencias tradicionales. Aunque se presume como una evolución la democracia, en la época fue una forma degenerada de gobierno (Aristóteles) y muy criticada. Muchos fueron castigados con ostracismo, aunque les fue permitido regresar cuando hubo necesidad de su liderazgo. En 460 inició la guerra contra Esparta y que fue intermitente hasta 404.

Luego del conflicto con los persas, el Areópago recuperó su poder y gobierno de la ciudad, aunque fue usurpado pues no hubo decreto que lo concediera por lo que fue reducido y desempoderado en favor del Consejo de los 500, la Asamblea (ekklesia) y los tribunales populares. Atenas se convirtió en modelo de libertad, justicia y democracia, y se buscó una mayor participación política. Se instauró la paga por servicios políticos, lo que permitió que grupos menos acomodados accedieran al poder y al ser los cargos por sorteo, cualquier ciudadano podía acceder a estos. Esta fue la democracia radical. Los grupos no aristocráticos se vieron favorecidos durante el gobierno de Pericles, aunque la aristocracia conservó el control de la milicia y sus jefes estratégicos. 

El inicio de la guerra contra los persas (499-479) implicó una tregua obligada a las hostilidades entre poleis, en favor de la causa helénica. Atenas redujo por ello su deseo expansionista anterior. Luego de ese período, Atenas retomó las hostilidades hacia Esparta. El proyecto expansionista o imperial, si existió, fracasó por la derrota ante Esparta en la guerra y la priorización marítima de Atenas.

Algunas ciudades de la Liga de Delos contribuían con naves, otras con tributos. Atenas fue sustituyendo las contribuciones para que todas fueran en moneda, pero fue un proceso lento. 

Después de la paz de Calias en 451 a.C., el peligro persa estaba virtualmente desaparecido. Atenas siguió exigiendo tributo e impuso una moneda común: el dracma. 

Es discutible si era un imperio, pues las poleis conservaron su autonomía, sin embargo Atenas utilizó prácticas imperialistas. En 449 a.C., Pericles quiso refundar la Liga de Delos, primero por la vía diplomática y luego por la coerción, lo que algunos ven como la transformación de la Liga en Imperio. Poco a poco Atenas fue tomando decisiones para su propio beneficio exclusivamente. Había funcionarios atenienses en las poleis, supervisores de las actividades locales. Cuando había rebeliones, Atenas establecía guarniciones permanentes y cambiaba el estatus de ella a dependencia como estado tributario, y se establecía un gobierno democrático leal a Atenas. Se hizo frecuente el modelo de cleruquías, que no implicaban nuevas ciudadanías sino extensión de la ateniense a soldados y colonos ahí instalados, provenientes de ciudadanos desempleados y sin tierra. 


4. La guerra entre griegos

A pesar del magistral análisis de Tucídides de esta guerra que se libró entre 431 y 404 a.C., no la denominó guerra del Peloponeso (pues sabía que los espartanos podrían querer que se llamara guerra de los atenienses). No es una guerra sino una sucesión de ellas que Tucídides narra con esfuerzo de imparcialidad, aunque en ocasiones trata de exculpar a Pericles (a pesar de que Tucídides era de la familia de Cimón y de Melesias, adversario de Pericles. Por ejemplo en la Oración Fúnebre que se supone pronunció Pericles en 431 en el funeral público en el Cerámico, pero su redacción supone que se hizo luego de la derrota ateniense de 404. 

Se ha hablado de causas políticas como la rivalidad de Esparta y Atenas, militares como el recelo entre la Liga del Peloponeso y la Liga ático-délica, económicas como el deseo de control del comercio marítimo de Atenas, y hasta psicológicas por la incapacidad de Pericles de intentar evitar la guerra y la respuesta a las reiteradas embajadas espartanas, con peticiones que Pericles no aceptaba ninguna, pues ceder en una supondría en el futuro esclavitud.

El conflicto abarcó todo el mundo griego, hasta las colonias fuera del Egeo y el involucramiento de potencias no griegas como Cartago, Tracia, Macedonia y el Imperio Persa. Se agruparon en dos bloques en torno a Atenas o a Esparta.

El bloque ateniense conformado por más de 200 estados aliados, no todos parte de la Liga ático-délica, algunos solo por temer ataques espartanos. El bloque espartano lo formaban los estados de la Liga del Peloponeso y otras poleis aisladas, así como el Imperio Persa. Algunas poleis se mantuvieron neutrales, significando con esto que no participaban de la contienda militar pero sí daban ayuda militar o estratégica. Otros antes aliados se fueron declarando neutrales si se les ponía difícil la situación.

La “primera guerra del Peloponeso”, fue en 460 y concluyó con la paz de 30 años en 446. Paz que no fue respetada realmente pues hubo incursiones breves. Incluso ese impasse fue aprovechado para trasladar el tesoro de la Liga Délica a Ática y empezar a usarlo en beneficio exclusivo del Imperio en Atenas. Con la excusa del riesgo de una invasión persa, Atenas quiso celebrar un congreso para fortalecer aliados, pero como no pudo, exigió tributos. Sin embargo sí se respeto entre las dos Ligas, por lo menos una década. 

Los años siguientes, llamados por Tucídides los prolegómenos, dibujan provocaciones de Atenas confiados en que Esparta no rompería la paz, como el control de dos colonias corintias (Corcira y Potidea), irrespeto a la autonomía de Egina, el decreto megarense que les prohibía a los megarenses (megara es al sureste de Ática, entre Ática y Corintia) el comercio en Ática y puertos de la Liga Ático-délica, la ocupación de la ciudad beocia (Beocia es al norte de Ática) de Platea.

Ya para el año 431 la guerra había comenzado de nuevo.

Inicia con la guerra de Arquídamo, rey espartano. Pericles, en una estrategia de priorización ante un enemigo inevitable e invencible, desplaza todos los campesinos del Ática, detrás de la gran muralla, lo que generó desaprobación, luego creación ante invasiones, devastación de los campos y pestes. Sin embargo el balance de los primeros 5 años de guerra fue favorable a Atenas, aún no derrotada en el mar. En 423 se acordó una tregua que duró un año. En 421 se firma la paz de Nicias entre Atenas y Esparta únicamente, el que incluía cesiones y desalojo de territorios. Estos debieron hacer frente común en 420 ante una coalición peloponésica encabezada por Argos que aglutinaba varias poleis.

La entrada de Argos en la guerra cambió el balance de poder. Se suma que en medio de esa situación, Alcibíades ejecuta una expedición a Sicilia en 415, para reversar la declaración de independencia. Era inconveniente por la necesidad de orden interno y porque en Sicilia había Cartagineses lo que internacionalizaría el conflicto. Una juventud deseosa de nuevos planteamientos y estrategia políticas lo apoyaba. Fue un fracaso y con apoyo espartano, Atenas sufrió su primera derrota en el mar. 

Alcibíades, acusado de ofensas religiosas, fue el enemigo y fraguó así una tradición: convenció a los espartanos de invadir el Ática., quienes ocuparon Decelia al norte de Atenas. Esto hizo requerir más recursos a Atenas y provocó salidas de la Liga Ática. Detrás estaba Alcibíades y el sátrapa persa Tisafernes.

En la fase final del conflicto, Persia firmó tratado con Esparta, el Tratado de Mileto: las ciudades de Asia serían liberadas de Atenas y pasarían a control persa. Alcibíades logró el apoyo de Samos, pero éstos querían luchar contra la oligarquía ateniense. Lograron derrotar a los espartanos en Cízico (410). En Atenas esto tuvo repercusiones: se reinstauró el consejo de los 500 (depuesto por el de los 400), algunos oligarcas huyeron y otros fueron ejecutados. Alcibíades logró regresar a Atenas, los cargos religiosos no se habían olvidado pero la emergencia ameritaba la posposición. Se puso a cargo de flotilla pero al ser derrotado fue depuesto. En todo caso los espartanos solicitaron conversaciones de paz que incluían la oferta de abandonar Decelia (al norte de Atenas). El demagogo de Colofón lo rechazó. 

Lisandro, el general espartano, se alió con el rey Darío y logró vencer. Tomó varias ciudades del área y algunas poleis de Asia Menor le dieron el apoyo. Atenas sufrió un doble ataque por tierra y por mar. Los grupos pro oligárquicos se fortalecieron y depusieron a Cleofón. Se nombró una comisión que negoció paz con Esparta, la que aceptó que permaneciera la muralla y que Atenas conservara el dominio sobre toda el Ática y se formaría alianza entre Atenas y Esparta, concluyendo así la guerra.

En Atenas los oligarcas retomaron el poder y se encargó este a 30 ciudadanos, lo que se llamaría luego el gobierno de los 30 tiranos. Este grupo ejerció persecuciones políticas y hubo un caos. Pausanias, el general espartano invadió el Ática para poner orden. Luego se organizaría un nuevo régimen en 403/402 con el arconte Euclides. Atenas se mantendrá en orden hasta 322.

 


sábado, 24 de mayo de 2025

Los medos y la unificación persa

Liverani, Mario. Liverani, Mario. “Los Medos y la Unificación Persa” en: El antiguo oriente. Historia, sociedad y economía… p. 700-719.


1.- Los pueblos iranios desde las migraciones hasta la época asiria

Hacia 1800 a.C. centros urbanos abandonados, reconversión a aldeas y economía pastoril.

Una primera oleada de protoindoarianos llegó al suroeste de Irán, con los nombres de Maryannu y Mitanni.

Hacia finales del s. IX, los asirios entran en contacto con pueblos iranios (principalmente para los asirios: los medos) en los Zagros, que son la segunda oleada. 

Se identifican varias naciones (entidades unitarias por motivos lingüísticos, religiosos y gentilicios), formada por tribus. Los principales: medos al pie de los Zagros septentrionales, persas en el antiguo Anshan, partos al este del Caspio, bactrianos y sogdianos al norte del Hindukush, arios, dragianos y aracosios en el Irán central.

A la economía agropastoral entre 1300 y 600 a.C., se une ganado vacuno, lanar, equino y camello “bactriano”, que se une al dromedario árabe.

Se desarrollan nuevos sistemas de irrigación que favorece la incorporación de nuevas tierras. El caballo sin carro proporciona superioridad en batalla. La sociedad está dividida en una ideología tripartita: sacerdotes, guerreros y campesinos. Se impone una nueva ideología religiosa dual, entre Ahura Mazda y un antidios personificando el mal, que se atribuye a Zoroastro, (de dudosa existencia) y recopiladas en su libro Avesta. Se data tradicionalmente cerca del 600 a.C., y se convierte en la religión oficial de soberanos aqueménidas en 550 a.C. 


2. El reino de media: formación y expansión

Formaciones estatales periféricas al Imperio Asirio, como los manneos (ciudad de Hassanlu, NO Irán) y los medos estuvieron sometidas a la influencia asiria y avanzaron de estados tribales a estructuras políticas más sólidas. Hubo avanzadas e invasiones asirias a esas zonas, y llevaron estructuras administrativas.

Hubo otros dos polos además: la nación Pérsida (Anshan o Anzan) aplastada por la preponderancia elamita hasta la destrucción de Susa por Asurbanipal y el otro es la nación Bactriana.

Para los asirios, los medos son un pueblo lejano y dividido. Kashtaritu/Faortes, rey de los medos, une medos, manneos y cimerios y somete a los persas. En 614 con Ciaxares se hace alianza con Nubocodonossor de Babilonia. Ciro I de Persia, entró en contacto con los babilonios, para distanciarse de los medos. La muerte de Ciro I marca el final de la expansión meda y quedaron alianzas que permitieron 30 años de paz en Oriente Próximo. Los medos controlan muchas zonas pero ninguna urbana sino los terrenos despoblados y tienen una escasa cohesión política, dos razones por las que no hay características imperiales. Ciro II de Persia, entre 553 y 550 a.C.), rebela a los persas del dominio medo y pasan a ser dominadores. 


3. Los persas y la unificación de Oriente Próximo.

La coexistencia pacífica de medos, babilonios, lidios y egipcios fue interrumpida por los persas (Imperio aqueménida, primero y más extenso imperio persa) que dominaron sobre Astiages, sucesor de Ciaxares, apoyado por la estructura de dominación que ejercieron en Elam. Enfrentó a los lidios en 547 y se anexionó Lidia (Anatolia ocidental).

El noroeste seguía inseguro sin embargo. Con la sumisión bactriana (Afganistán) logró avanzar hasta el Indo. La tercera etapa fue Babilonia en 539 a.C. Los trelles vencidos eran perdonados, las ciudades no se destruían y se mantenían los cultos locales. Su hijo Cambises se anexionó Egipto y Chipre en 525. Luego Tracia y las Islas del Egeo (492-449). Se unifica desde las tierras bajas siromesopotámicas hasta las altas armenias y anatolias. Se plantea de otra forma el contraste entre palacio y tribu: ya no es un contraste étnico y regional sino una mezcla de componentes urbanos y montañeses. Los palacios aqueménidas como Persépolis, son construidos con materiales de todas las partes del mundo, cada pueblo contribuye con lo mejor que tiene. La principal capital fue Susa aunque hay traslados. 

Hay un componente nómada y guerrero pujante en la tradición de la realeza irania. Dada la extensión del Imperio, el problema lingüístico pasa a primer plano. Las inscripciones suelen ser en babilonio, elamita y persa, a veces añadiendo egipcio. La administración de cada región usa su propia lengua. El arameo se impone como lengua franca, aunque el persa (farsi) se difunde. Darío es el artífice de la organización administrativa, dividida en veinte satrapías desiguales, lo que se refleja en la recolección de tributos, de los cuales solo Persia se exime. Hay difusión de una moneda única: el dárico de plata y de oro. Con el tiempo, acuñación en satrapías se sumará. Se organiza en transporte con calzadas reales (aquí), lugares de descanso y cambio de caballos, un sistema postal, y rutas marítimas que unieron el Mar Mediterráneo, el Rojo y el Golfo Pérsico. 


4. La nueva formulación de la Ideología Imperial

La continuidad entre la ideología y la organización del reino de Media y el del persa de darío debió ser considerable. Perduran elementos propiamente iranios: el guerrero, el gentilicio (orgullo de pertenecer a un clan superior) y el ético (exteriores son enemigos y lucha el bien contra el mal).

El modelo asirio-babilonio aporta el título real (Ciro, rey de la totalidad), aparato cortesano, de gobierno central y provincial, sistema tributario y organización militar. Les gustaba presentarse como herederos directos y restauradores de las realezas locales, frente a sus degenerados y justamente depuestos representantes anteriores.

Es un Imperio por absorción, no por destrucción como los anteriores. Ciro es más sincrético que Darío que es más intolerante por esta idea del zoroastrismo de confrontación mal y bien. 



viernes, 23 de mayo de 2025

La grecia arcaica

Dominguez Monedero, Alfonso. "La Grecia Arcáica" en: Historia Antigua (Grecia y Roma). Joaquín Gomez Pantoja (Coord.), Capítulo 3. (pp. 73-137).


1. Rasgos geográficos y humanos de la Hélade

Incluye los territorios ocupados por helenos o griegos. Es un territorio de cadenas montañosas noroeste - sureste, con el Monte Olimpo (2.917 m), de ríos poco caudalosos, que tiende a ser compartimentado, sin grandes llanuras. La lucha contra la erosión y la infertilidad requería ganado y barbecho. Había condiciones similares en las islas, o peores.

Grecia del Este, en la costa de Asia Menor gozó de condiciones diferentes, con fértiles territorios. El mar es el auténtico vínculo, el pontos, que propició expansión y literatura.

Es probable que los antepasados llegaran paulatinamente desde el norte durante el III milenio a.C. y la presencia de griegos es un hecho cierto desde el bronce medio (1600 a.C.), cuando desarrollan la primera gran cultura europea, la micénica.

La lengua ayudará a comentar la identidad, que por aislamiento se fragmentará en dialectos (griego micénico, arcado-chipriota, ático-jónico, dorio y eolio) que no rompieron la percepción de unidad, sin embargo. Inició con una identidad “aquea” pero en los siglos XII - XI a.C., derivará en un conglomerado de puebla greco parlantes que ya no tienen noción de formar parte de algo común, mientras se gesta la nueva identidad “helénica”.


2. Las fuentes para el período: leyenda, épica e historia

La escritura micénica, conocida como Lineal B, desaparece con ellos y los palacios cerca de 1200 a.C., de gran uso en la administración, sin pruebas de otros usos. Con el analfabetismo volvió la oralidad. Tiene como ventaja la continua creación de recuerdos comunes, pero como desventajas el aislamiento y la distorsión del pasado.

Los poetas son los líderes y hay temas esenciales como la guerra de Troya, constructor de un paradigma de grandeza, unión y relacionamiento con el pasado. Luego son integradas en una composición más amplia y escrita con los Poemas Homéricos, cerca de la segunda mitad del s. VIII a.C. Buscaban contar la verdad, su verdad. Guardan restos de elementos fosilizados y su estratigrafía permite conocer el mundo del final de los palacios micénicos.

Con la polis surge la racionalidad, la filosofía y la historia, los dioses ya no tendrán el mismo rol sino los comportamientos humanos, sus tradiciones (Hecateo de Mileto, s VI y V a.C.), las inquietudes cronológicas (Helánico de Lesbos) o la compilación de historias (Heródoto de Halicarnaso).


3. Los Siglos Obscuros

las épocas anteriores y posteriores a los palacios micénicos está llena de vacíos, que se van llenando.  El final de la economía controlada desde Palacio, por terremotos, modificaciones del entorno climático, inseguridad y conflictos interterritoriales, determinará cambios en sociedades vecinas y sobre todo en el Peloponeso, provocando la emancipación de comunidades aldeanas aunque se abandonaron las obras hidráulicas (como en Beocia).

Hay una depauperización y la artesanía entra en decadencia.

Otras regiones, como Ática, Grecia central, y Tesalia lo vivieron diferente. En Creta la fuerte raigambre minoica hizo que fuera un caso aparte, pues no había control micénico. 

Junto con los Pueblos del Mar (filisteos), los griegos se expanden y se establecen en Chipre desde el s. XI a.C.

Poco a poco se trata de recuperar el contacto internacional que era la norma antes, y en ese proceso buscaron recuperar los contactos con el mundo oriental. El declive de los palacios mermó las capacidades para hacer aguas seguras, por carencia de inversión en naves, contracción económica a la subsistencia y reducción del intercambio comercial.

La correspondencia de Ugarit relata su destrucción y las reiteradas incursiones (1180 a.C.) El relato de Unamón (Egipto, inicios del s. XI a.C.) relata cómo se tratan de recomponer los equilibrios perdidos.

Las ciudades cananeas (salvo Ugarit), a las que los griegos conocerían como fenicios, serán dinamizadoras del comercio internacional desaparecidos los micénicos, y que se consolidarán con el rey David a principios del s. X a.C. Uno de los hallazgos más relevantes de restos fenicios es la necrópolis de Lefkandi, en la isla de Eubea (isla del norte), con un monumento funerario enorme posiblemente de una pira funeraria que parece ser de los fundadores de una dinastía, con sus caballos, armas y bienes exóticos: los heroon. Los ritos funerarios los podemos seguir en su vertiente literaria en los Poemas Homéricos, y sus comerciantes ultramarinos, siempre fenicios. Otro contacto gierego y oriental es el alfabeto, influido por el fenicio y adoptado por los griegos cerca del s. IX a.C. Van siendo iluminados así esos Siglos Obscuros.


4. Los orígenes y formación de las poleis

La más genuina invención griega, es un proceso a lo largo del s. VIII a.C.

A partir del período que los arqueólogos llaman protogeométrico (IX a.C.), de nuevos ámbitos geográficos y culturales. La dislocación política luego de la desaparición de los palacios micénicos, hizo que la cohesión viniera de las familias patriarcales y patrolicales, que intercambiaban bienes y prácticas culturales (recitación de poemas épicos) y religiosas en las ferias. Las poleis ocuparán los territorios controlados por los palacios micénicos, pero sin administración desde arriba. Los líderes de esos grupos recibirán el nombre de basileus (rey). En la disposición de los monumentos funerarios de Lefkandi se ve esta concentración de trabajo, en favor de uno de sus miembros, como elemento legitimador para seguir gobernando.

La base económica prioritaria es la tierra, que se reocupa con las mejoras del s. X a.C., proceso que demanda seguridad para el mantenimiento y defensa del oikos, la familia tierras y enseres. Grupos familiares se van aliando y surge una élite militar. El surgimiento de estos aristócratas que intercambiaban bienes y prestigio, entre iguales y que unen esfuerzos en un territorio determinado, cediendo soberanía personal por la colectiva, marca el surgimiento de la polis, y su proceso de sinecismo (aglomeración). Establecerá sus fronteras, con santuarios aglutinadores que hacen referencia a la identidad de la polis: es integración y exclusión, de los de afuera y de los que estando adentro no son iguales. Los ciudadanos serán convocados a asambleas de demos (quizás el 10% de su población real).

Desde temprano hay un proceso de institucionalización: no habrá dinastías por derecho divino sino porque los dioses los han convertido en sus representantes y el consenso entre iguales.

El consejo aristocrático o boule es el órgano de gobierno más antiguo, vinculado con los viejos héroes del pasado, narrados por poemas épicos. En ellos se avanza argumentando y en orden y aunque hay diferencias de prestigio o de poder, su vinculación de fuerzas mutuas hace que tomen decisiones entre iguales. El basileus ejecuta las decisiones de la boule.

La asamblea del pueblo (demos) tenía poder nulo al inicio. Convocada al ágora con fines informativos.

Magistrados especializados fueron siendo electos, pero no era una administración profesional, pues tenían mandatos limitados.

El caso espartano y ateniense es el mejor documentado, sin que necesariamente sea representativo de lo que ocurría en la Hélade.

Esparta representada como la antítesis de Atenas. Ejercerá su poder en el sur del Peloponeso a partir del s. VIII a.C. Se hallaba encabezada por una realeza dual (dos reyes), que persistían aún cuando las realezas hereditarias ya habían desaparecido en las poleis, lo que sucedió pronto. Reyes asesorados por un consejo de 28 ancianos llamado gerusia y la asamblea popular de varones de edad militar, que debía reunirse periódicamente. Influidos por la figura de Licurgo, antiquísimo legislador, al que se le atribuían innovaciones retroactivamente. Luego se creó una nueva magistratura de elección anual, los éforos, que se cree que  supervisaban y controlaban al rey. Tendió a crecer su poder lo que agregaba tensión. En Esparta se le daba énfasis a la educación por parte del Estado, muy centrada en lo militar.

En el caso ateniense decía la tradición que fue aglutinada por Teseo y controlaba todo el Ática. La realeza hereditaria fue remplazada pronto por magistrados (arcontes) electos por diez años y luego anualmente. Asesorados y quizás controlados por un consejo llamado Areópago. La asamblea popular, ekklesia, jugaba un papel casi nulo. Había otros grupos menos poderosos pero que empiezan a prosperar, lo que le evitó movimientos colonizadores, aunque luego hubo tensiones con los grupos aristocráticos. Hacia el s. VII a.C., hay evidencia de problemas de endeudamiento del campesinado y disturbios que se agravaron con Dracón (622) aunque mejoraron con las reformas de Solón (594) que dio poder a la ekklesia y aumentó el número de miembros de la boule hasta Cuatrocientos.

Durante el s. VI a.C, conocerá diversas tiranías bajo Pisístrato e hijos. Clístenes mantuvo magistraturas pero aumentó la ekklesia a Quinientos y le dio poder mientra se lo redujo al Areópago. 

Otros casos. Corinto era de base aristocrática que controlaba el poder político, Los Baquiadas, donde surge primero la tiranía.  En Beocia (vecina norte del Ática), hay una atomización, donde persistieron territorios vacíos.  Tebas, igual de base aristocrática, destacará y dominará la Confederación Beocia del s IV a.C. las ciudades de la costa occidental de Anatolia, se caracterizaron por ricas aristocracias, con amplias destrezas navales, y se separaron de la visión localista de la polis. Enfrentaron conflictos e invasiones. 


5. La gran diáspora griega

Expansión por el Miditerráneo y Mar Negro. Advierte sobre el término colonización que tiene mucha carga de significados que pueden desvirtuar el sentido del fenómeno histórico. El , organizado desde la metrópoli, como empresa de Estado, objetivo era crear una comunidad política nueva para reproducir las condiciones de la metrópoli para individuos que de alguna forma quedaron excluidos de ella, por razones, por ejemplo de tenencia de poca tierra. Eso reducía la presión de los desposeídos, los conflictos y permitía a la aristocracia conservar su preeminencia social. A veces el riesgo era que en las colonias se desarrollaban tiranías que deseaban conquistar otros territorios y ciudades griegas.

El fundador u oikistes, era de origen aristocrático, a veces designado por Apolo, hasta llegar a considerarse un factor de riesgo el no contar con la aprobación del Oráculo de Delfos. Es el interlocutor entre los que marchan y los que se quedan. El lugar se seleccionaba por una tradición de viajes anteriores, con tierras cultivables, agua o deseablemente población indígena no conflictiva. 

Sicilia fue un área apta para este proceso, con Siracusa (733 a.C) fundada por corintios. Hubo colonias en el mar Egeo, Mar Negro, Mar Jonico, en África al menos una en Cirene (hoy Libia), sur de Francia (Marsella) y en la Península Ibérica (Ampurias en Cataluña).

La colonización sucedió durante todo el período arcaico, el clásico y el helenismo. 

Tuvo como efecto la idea del necesario reparto de tierras, exigencia de los grupos desposeídos más intensa a partir del s. VII a.C. Además la idea de que la polis la constituyen los hombres y no las casas, tierras o santuarios. Hubo expansión de cultura material e inmaterial.


6. La época de las tiranías

Ya desde el s. VIII y el VII a.C., Hesíodo advertía en Los Trabajos y los Días que un gobierno no guiado por la justicia (Dike), podía enojar a Zeus que castigaría a toda la ciudad. Hacia la primera mitad del s. VII a.C., grupos sociales, diversos de los aristócratas, que buscan protagonismo político. Surgen los guerreros (hoplitas), de origen campesino, en principio para defender la polis, pero se convierte en una carga contra el régimen: la aristocracia perdió el monopolio guerrero. Los ciudadanos se sentirán ahora encargados de la polis. Se le suma que en la economía, se fue pasando a una agricultura extensiva de monocultivo, que ponía más presión en conseguir mucha tierra. Surgen ciudadanos no aristócratas enriquecidos, aunque no tantos como para constituir una burguesía rica como grupo organizado.

El tirano, siempre de origen aristocrático, canaliza las tensiones existentes dentro de la sociedad, apoyado por campesinos, y a veces con algunas familias aristocráticas que quedaron fuera del poder. Surgen codificaciones legales que aunque no eran realmente nuevas, al recopilarse, se expanden e incrementa su autoridad con normas rígidas, abandonando las normas (similares) de la flexibilidad oral.

Aristóteles analizó en detalle los mecanismos del tirano para hacerse con el poder con mensajes al campesinado y con acciones de tomar el poder por la fuerza (a veces en el contexto de fiestas). Harán obras públicas, darán ocupación a los desfavorecidos económicamente (que esperaban repartos de tierras que se prometían pero nunca llegaron), créditos a bajo interés, fortalecimiento militar (a veces con mercenarios extranjeros) y de navíos y protectores de las artes. No suprimen las magistraturas, sino que las sujetan al tirano colocando ahí a sus partidarios. Cambian las sociedades, la aristocracia se somete, algunos por necesidad otros por conveniencia, y surge una oligarquía controlando el poder.  Con duraciones muy variadas siempre es temporal, porque no se sostiene y cae violentamente.

En Atenas, hacia el 632 a.C., hubo intento fallido de tiranía por Cilón. Atenas tenía el problema de tener tres territorios muy diferentes: costa, llanura y montaña, con intereses a veces opuestos. Pisístrato se hizo con el poder en 561 a.C., pero solo duró cinco años. Exiliado buscó apoyos fuera y regresó en 527 a.C., y permaneció con un gobierno de muchas obras públicas.


7. El ambiente cultural y religioso de la Grecia arcaica

El inicio de la literatura griega viene marcado por los Poemas Homéricos. La poesía fue la principal forma de expresión hasta bien avanzado el arcaísmo. Hesíodo (VII - VII a.C.) con su Teogonía (genealogías de dioses), los Trabajos y los Días (vida campesina con enfoque crítico reaccionario). Se desarrolló la poesía lírica (con música). Poemas guerreros de Arquíloco, poemas didácticos de Solón, poemas de Safo (mujeres), Jenófanes (poeta y filósofo), poesía de vencedores deportivos. En cuanto al teatro, se desarrollará en las festividades de Dioniso, con Tespis, Frínico, Esquilo (transición entre arcaísmo y clasicismo). Los primeros historiadores serán geógrafos, como Hecateo de Mileto, que hace exégesis de los mitos para extraer verdades. Otros poco conocidos como Cadmo de Mileto, Dionisio de Mileto, Janto de Sardes, quienes influyeron en Heródoto de halicarnaso y en Tucídides aunque este lo menosprecie.

En el campo de la filosofía, se les llama presocráticos, aunque esto los disminuye frente a Sócrates. Inicia con Tales de Mileto, quien definió el agua como el principio de todas las cosas alejándose de explicaciones cosmogónicas. Anaximandro, milesio también, VI. a.C., se inclina por un elemento indeterminado llamado apeirón, del cual surgen los elementos según se licúe, ratifique o vaporice. Anaxímenes, su discípulo, su principio era el aire que se transforma en otros, según la temperatura a la que se someta.Jenófanes es fuera de Mileto, rechazaba el carácter antropomórfico de los dioses y de que pueda conocérseles. 

Pitágoras de Samos se rodeó de seguidores en una especie de secta de base mística y con influencia matemática.

Entre el VI y V a.C., Heráclito de Éfeso (el Obscuro), atribuye al fuego papel esencial, pero algo más matizada que sus antecesores milesios. La idea de conflicto y unidad está presente y detrás de todo cambio está el logos o proceso ordenado. Vendrán luego Empedocles (visión ética), Demócrito de Abdera (visión atomista), y los sifistas como Pratágoras y Gorgias, preocupados por la educación.

Hay una nueva estética. Destacarán los jóvenes desnudos, ubicados en santuarios y estelas funerarias. Los templos eran objeto de decoración intensiva, primero en madera y luego del s. VII a.C., en piedra. Se desarrollaron tres órdenes estéticos: dórico y jónico primero. Había una planificación del espacio de la polis y la arquitectura expresaba los ideales de la polis. En cuanto a pintura, se tiene evidencia sobre todo de cerámica. Pervivieron las tradiciones cerámicas micénicas. Reaparece la figura humana y la cerámica es vehículo de análisis de la mentalidad griega. 

En cuanto a la religión, de la época micénica heredaron un panteón y prácticas rituales bastante conformadas. Los mitos, en los que los dioses se integran con los humanos, son parte esencial de esta religión y tienen con frecuencia un sentido etiológico (es la ciencia centrada en el estudio de la causalidad). Hay rituales individuales y el más importante es el colectivo y las diversas festividades, establecidas y reguladas por la polis. Junto con los dioses del Olimpo, había también devoción a los héroes, por el componente mítico de sus hazañas y el poder de cimentación de la polis que tiene su culto.

Ya durante el arcaísmo se percibe una pérdida de confianza en los dioses y la filosofía podría ser un intento de darles un nuevo rol o de buscar otras explicaciones. Mitos centrados en Orfeo o en Dioniso proporcionan esperanzas y explicación a la muerte. 



lunes, 19 de mayo de 2025

Raíces profundas de la disciplina: de la Antigüedad al siglo XVIII

Arnold, John H. “De la cola de los delfines a la torre de la política.” “‘Como ocurrió en realidad’: sobre la verdad, los archivos y el amor por lo viejo.” En Una brevísima introducción a la Historia, 29-81. México D.F.: Océano, 2003.


En el s. VI a.C., Nabónides, rey babilonio, hizo excavación de un templo antiguo, un E-babbar. y lo describió con sus emociones y vivencia. Quería vincularlo con su propia tradición real, y el poder que implicaba. Hoy lo vemos diferente pero toda historia quiere decir algo sobre el presente.

Heródoto (484-425 a.C.), hace un recuento sobre la razón por la que dos pueblos (griegos y persas) llegaron a la violencia. Elige confiar en “los hechos” y distinguir una historia ficticia (poema de Homero) de una real. Por eso es el “padre de la Historia”, aunque a veces se sale del recuento de acontecimientos para hablar de las costumbres de la gente, de maravillosos animales y de cualquier historia fabulosa. Para los griegos la “historia” era algo menospreciado porque no era poesía ni filosofía. Creía en un tiempo circular y pretendía explicar así el presente con ese pasado y aunque algunos historiadores hoy crean que hay acontecimientos recurrentes, no piensan que la rueda del destino gobierna la causalidad.

El cristianismo lo cambió, viendo el tiempo entre la Creación y el Apocalipsis y lo hizo con un nuevo propósito: persuadir. Describir historia para ganar autoridad. Lo hizo Eusebio (325), San Agustín y su pupilo Orioso con su Historia contra los paganos (este usaba documentos originales para crear historias que confirmaran la precisión de las Sagradas Escrituras), basándose en las reglas de la retórica.

La historia de autor anónimo Vida de Eduardo el Confesor (1607) omite pasajes importantes como la invasión normanda a Inglaterra de 1066, pero como método buscó ser confiable (aún siguiendo las reglas de la retórica). Se contaban historias para persuadir y entretener.

William de Malemsbury (1095-1143), fue cuidadoso en sus citas y entrevistó personas. Era críptico y receloso (las dos virtudes modernas de un historiador) y buscaba un recuento imparcial, pero en ocasiones cayó en los prejuicios de sus entrevistados. También trató de explicar, lo que implicaba adivinar. Adivinar bien es la tercera virtud.

Los siglos XII y XIII vieron alejamiento de los modelos clásicos de historiografía. Los temas se ampliaron para abarcar historias “nacionales” y “mundiales”.

Se volvió a la idea de aprender del pasado y la retórica ganó espacio de nuevo. Incluso tras las divisiones por La Reforma (s. XVI), la retórica se alió con la polémica religiosa.

Dejaron de ver al Hombre como parte de ese tiempo cristiano (en la penúltima de las Siete Edades), aunque sin interesarse en la “vida cotidiana” postularon tres períodos: Antiguo, Medieval y Moderno (ellos), con la presunción de que entre el s. IV y el XIV, nada importante había ocurrido.

Comenzó a surgir una corriente crítica que incluso se preguntaba que ya que la historia era ficticia y prejuiciosa, ¿no lo estaba haciendo mejor la poesía?.

Con Bodin, la historia es esencial para educar en los asuntos de Estado y de gobierno, con mucha rigurosidad metodológica. La Verdad a la que aspiraba era entender el Plan de Dios a través de los acontecimientos “científicos” de fines del Renacimiento. Sin embargo, volvió a colocar a la “verdad” en la agenda de la Historia.

No hay que caer en la falacia del progresismo y privilegiar nuestra idea de lo que es “cierto”.

La historia es a la sociedad lo que la memoria es al individuo, pero la memoria de quién? Y qué es lo que hay que recordar?

Tucídides (460-400 a.C.), decía en su Historia de la guerra del Peloponeso que “la mayoría de la gente… no se tomará la molestia de hallar la verdad sino que está mucho más inclinada a aceptar la primera historia que escuche”, criticando a Heródoto así. 



domingo, 18 de mayo de 2025

Historiografía de la religión minoica

Pombo Gallego, Nuria. "Historiografía de la religión minoica" en: Gallaecia, 25, pp. 347-358.


HISTORIOGRAFÍA DE LA RELIGIÓN MINOICA


Dentro de los interrogantes pendientes de respuesta sobre esta civilización está la naturaleza de su religión, que a pesar de múltiples estudios y de su corta vida, suscita controversia, por carencias documentales del objeto de estudio y por teorías históricas o antropológicas inadecuadas así como la discusión sobre su propia definición y su relación con las religiones micénica y griega.


Hasta principios del siglo XX

Teorías del siglo anterior al descubrimiento, fueron aplicadas a priori a éste. Se partía de una teoría evolucionista en la que todas las culturas pasaban por fases más o menos universales y, observando sociedades primitivas actuales, a partir de eso se pretendía deducir costumbres antiguas. Es la herencia de Lewis Morgan (1877) con sus tres estadios de evolución (salvajismo, barbarie y civilización) que luego Engels ligó a cambios en los modos de producción. Johann J. Bachofen postulaba tres estadios de evolución cultural (hetairismo, ginecocracia y patriarcado), que al contrario de la de Morgan, pasó algo desapercibida. James G. Frazer (fin s. XIX) recopiló mitos, leyendas y rituales para explicar el origen de la cultura humana y de la religión: con un pensamiento religioso primitivo centrado en naturaleza encarnada y personificación de fuerzas de la naturaleza como femeninas o masculinas, equiparando ciclos naturaleza con el ciclo humano de la vida. Alcanzó gran fama, pero el creador del concepto de Madre Tierra fue Albrecht Dietrich. Igual cayó en el olvido. Postulaba que puede llegarse a las creencias más antiguas a partir de leyendas o ceremonias populares en las que sobrevive. Todo apuntaba a la existencia de una diosa madre, centrada en la mujer y la fertilidad.

Las primeras excavaciones fueron a inicio del siglo XIX y en 1871 Heinrich Schliemann excavó Hissarlik, que según Homero era los restos de Troya, así como Micenas, Tirinto y Orcómeno. Esto confirmó la necesidad de considerar el trabajo arqueológico como fuente de la Historia.


La primera mitad del s. XX: Arthur Evans

Los problemas políticos que terminan con la autonomía de la Isla de Creta frente al Imperio Turco, marcan el inicio de excavaciones sistemáticas. Evans desenterró los restos de una cultura desconocida hasta ese momento y enumeró sus principales características. Consideraba totalmente válida la reconstrucción histórica. incluso de la religión, a partir de restos arqueológicos (de todos modos la escritura era ilegible en ese momento).

Los restos eran objetos y lugares calificados como religiosos y la iconografía, pero en esa calificación de religioso lo hizo si el objeto estaba en lugares sagrados o que tuvieran funciones religiosas (lugares que eran religiosos por los objetos mismos). Hacía uso de la mitología griega y las leyendas como supervivencias de la religión minoica más antigua. Establece dos fases: una en la que las divinidades se representaban mediante objetos y otra en la que ya tenían forma humana. Concebía la religión como un doble monoteísmo, aunque más tarde aceptará a la Diosa Madre como diosa principal.

Evan consideraba la Isla de Creta como punto de origen de la civilización micénica de Grecia, con una religión minoica-micénica (o heládica, en la Grecia continental). 


Segunda mitad del siglo XX: Michael Ventris

En 1952, Michael Ventris descubre que la escritura Lineal B es un dialecto del antiguo griego. El divorcio entre ambas culturas y religiones nace de las tablillas en las que se leían nombres de divinidades de la época histórica del panteón griego. Si estas tablillas eran de la última etapa del Bronce (s. XV a.C.), la cultura que se estaba reconstruyendo es la micénica, no la minoica. La religión minoica seguía su camino en la sombra.

Autores como Paul Faure sostenían la unidad religiosa y cultural de la zona egea a partir del s. XV a.C., por el hallazgo de tablillas consistentes en ambos lugares. Angelo Brelich más conservador decía que los textos eran administrativos y no sobre el culto a los dioses en sí o sus características.

Ahora se considerarán ambas religiones no solo diferentes sino antagónicas. 

Jaqueta Hawkes postuló que la identidad griega era surgida del encuentro de la cultura minoica, pacífica y centrada en la mujer y la micénica, guerrera y patriarcal. 

Hacia finales de los 60 se puso en duda la existencia misma de una Gran Diosa o Diosa Madre universal y ya hoy no es sostenido.


Últimos años

El centro ha sido de nuevo los aspectos arqueológicos, por la toma de conciencia de las limitaciones que los documentos traen consigo y la visión de la arqueología cognitiva (pretende conocer no solo el pensamiento de nuestros antepasados (el qué), sino el sistema cognitivo que con el paso del tiempo ha ido desarrollándose y componiendo las capacidades que conforman el entresijo del comportamiento humano (el cómo)), centrados en la identificación de los lugares de culto y los objetos ahí hallados. Busca hacer comparaciones con religiones de Egipto y Próximo Oriente.


Conclusión: parece que se ha vuelto al punto de partida con la vista en los restos, y aunque hay nuevos hallazgos, es en el análisis de los datos ya existentes donde encontramos nuevas vías de interpretación.