miércoles, 25 de septiembre de 2024

La Universidad de Santo Tomás

Tras los pasos de Santo Tomás

Dr. Tomás Federico Castro Arias


El Museo de la Universidad de Costa Rica ha realizado una exposición sobre la Universidad de Santo Tomás, y el profesor Tomás Federico Castro realizó una disertación sobre Santo Tomás, en el marco de dicha exposición.


En 1808 inicia este viaje, con la invasión a España por parte de Napoléon Bonaparte, lo cual tuvo implicaciones por el enorme territorio americano del Imperio Español. Concurren a Cádiz los 384 legados de los diversos territorios del Imperio, entre ellos el Presbítero Florencio del Castillo en representación de la provincia de Costa Rica y el 19 de marzo de 1812 se emite la Constitución Política de la Monarquía Española.

En los artículos 366 y 367 de dicha constitución, establece la obligación de cada territorio de abrir un centro de enseñanza para ilustrar a las nuevas generaciones. 

Art. 366.

En todos los pueblos de la Monarquía se establecerán escuelas de primeras letras, en las que se enseñará a los niños a leer, escribir y contar, y el catecismo de la religión católica, que comprenderá también una breve exposición de las obligaciones civiles.

Art. 367.

Asimismo se arreglará y creará el número competente de Universidades y de otros establecimientos de instrucción que se juzguen convenientes para la enseñanza de todas las ciencias, literatura y bellas artes. 

En Costa Rica el ayuntamiento de Cartago se muestra renuente a cumplir con esa obligación por falta de fondos. Los regidores de la Villa Nueva de la Boca del Monte, teniendo su primera municipalidad en 1813 y deciden asumir esa responsabilidad. El 24 de abril de 1814 se abre la Casa de Enseñanza. No se le dio ningún nombre más.

Don Manuel Alvarado Alvarado, regidor de San José, es quien toma los detalles de las decisiones y el ayuntamiento le da un fondo para que busque a la persona que pueda cumplir con funciones de docencia, escoger el sitio y darle la organización a la misma. Parte a León a la Universidad a buscarlo y el Bachiller Rafael Osejo acepta la misión y se abre el centro educativo.

Desde 1766 Costa Rica, junto con Guatemala, era la sede del monopolio del Tabaco y había un edificio (el primero público de nuestra país) que estaba disponible: la Factoría de Tabacos, y en su bodega trasera se alquiló un espacio para que los primero alumnos pudieran recibir clases del Bachiller Osejo, sentados en cajas de Tabaco, por lo que salían a bañarse al río Torres. Ese lugar es la cuadra que actualmente ocupa el Banco Central de Costa Rica, en su esquina noreste.

En 1814, por decisión de Fernando VIII, para sorpresa de propios y extraños la Constitución queda derogada, junto con ella la estructura de gobierno de las municipalidades y la casa de enseñanza, por lo que sin marco legal, es cerrada.

Los padres de los alumnos, le pagan de su peculio al Bachiller Osejo y que permanezca ya no municipal sino privada.

En marzo de 1815 llega el Obispo de Costa Rica y Nicaragua, Nicolás García Jerez y determina que de su dinero, como obispo, adquirió un terreno para donarlo a esa institución para que tengan condiciones adecuadas. Compró la cuadra al costado sur del parque frente al Teatro Nacional,  y acuerda donarla a una entidad que se haga cargo pero con una condición: que se le nombre Casa de Enseñanza de Santo Tomás, por la admiración del que tenía hacia el santo escolástico del s. XIII.

Juan de Dios Ayala, el gobernador da el permiso de construcción y en 1818 se concluye e inaugura como casa de Enseñanza de Santo Tomás. En 1820 regresa la vigencia de la Constitución de Cádiz, pero los padres de familia ya no quisieron regresar al dominio Municipal y se mantiene como privada.

En 1824, Juan Mora Fernández, primer Jefe de Estado del país, y una de sus primeras decisiones es tomar la Casa de Enseñanza de Sabnto Tomás y la coloca bajo control público, como si fuera una expropiación y le paga el equivalente de las inversiones a los padres y regresa así bajo la autoridad del Estado. 

Aunque en 1815 se había emitido una ley orgánica de la Casa de Enseñanza en 1824 se le da una segunda ley ya con su nueva naturaleza y empezar la formación de superior nivel, con el bachillerato universitario, y es derecho la primera carrera que incorpora. Este año se cumplen 200 años de la enseñanza del derecho gracias a este evento.

En 1830, Costa Rica no tenía imprenta y debía mandar a imprimir a México y Guatemala. Miguel Carranza trae la primera imprenta (que está en el Museo de Juan Santamaría) y el primero libro que se imprime es Breves Lecciones de Aritmética, que lo paga de su peculio el Bachiller Osejo. Se emiten 20 copias y solo queda una que se conserva en la Biblioteca Nacional y fue publicado como copatrocinado por la Casa de Enseñanza de Santo Tomás. Lo usó para sus alumnos de matemática y aritmética.

Continúa la enseñanza de Teología, Educación, Sagrados Cánones, Farmacia y Medicina y Derechos.

Don José María Alfaro y Zamora, el presidente nombró Ministro General, (similar a Ministro de la Presidencia) al primer doctor en derecho y filosofía, José María Castro Madriz. Él acepta pero pide que le apoye un proyecto. El 3 de mayo de 1843 se crea la Universidad de Santo Tomás. Se le cambia la naturaleza jurídica para poder albergar docencia universitaria a nivel de licenciatura - ya no solo bachillerato, restituyendo el término universidad (unus vertere romano y medieval). Se asigna la dirección a Juan de los Santos Madriz Cervantes, primer rector y doctor en Derecho Canónico y el dr. Castro Madriz es el primer catedrático de la historia costarricense. Se asignaron colores a las carreras y el rojo fue asignado a Derecho, que usarían en una banda estudiantes de derecho y docentes. Por eso se firmaba con rojo pues rúbrica viene de rubres, rojo.

La matrícula de la Universidad crece y llegamos a 1853. Asume Juan Rafael Mora Porras que firma un concordato (tratado diplomático con el estado vaticano) para declarar pontificia a la universidad de Santo Tomás. Con eso comparte rango con las Universidades de Perú, México, San Carlos Borromeo de Guatemala y León en Nicaragua. El presidente Mora crea una partida para la construcción de un edificio universitario y de destruye el anterior. 

En 1874 se toma la pésima decisión de crear una entidad llamada Instituto nacional que pretendía ser un colegio para los alumnos que apenas obtuvieran el bachillerato, pasaran directo a la Universidad de Santo Tomás, pero se creó dentro de la universidad, se le dieron rentas de la Universidad, los mismos docentes y básicamente pasó seis años muy oscuros pues fue sacada de la sede y posición que ocupaba.

Tomás Guardia revoca esta decisión y vuelve la Universidad a ocupar su posición y sede y en 1881 por decreto del 6 de agosto se crea el Colegio de Abogados de Costa Rica y la Universidad por primera vez protagonizó un acto que tiene vigencia hasta hoy: se encarga a grupo de juristas en materia civil general básica que es el Código Civil de 1888. La comisión estaba formada por Ascensión Esquivel, Bernardo Soto, Antonio Cruz  y Antonio Chaves, quisieran llevar dos estudiantes para ayudarles: Ricardo Jiménez y Cleto González, se les suma un alumno de cuarto año que escribía muy bien: Alberto Brenes Córdoba.


En 1887 Mauro Fernández, tuvo la idea de revivir la idea del Instituto pero con otro nombre y no dentro de la universidad y funda el Liceo de Costa Rica en 1887, bajo la autoridad de la Universidad de Santo Tomás. En agosto de 1888, se toma la decisión de cerrar la Universidad de Santo Tomás. La única carrera que se mantuvo fue derecho, pero ya sin facultad, ni decano y tomando el modelo de las escuelas revolucionarias de Danton, Marat y Robespierre y se le da título de escuela de Derecho y se le asigna al Colegio de Abogados su dirección y así será por los siguientes cincuenta años. Todos los profesores de la carrera de derecho de la Universidad de Santo Tomás pasaron a esa nueva entidad. El resto fueron simplemente remitidos a concluir sus estudios al extranjero si podían. La Universidad de Santo Tomás tuvo quince rectores, el dr. Santos y otros que son figuras notables de nuestra historia.

El Colegio eligió como emblema el mismo que había elegido la Universidad de Santo Tomás inicial: el girasol que busca la luz. Sin embargo, nunca, ninguna mujer estuvo en sus aulas.