Roldán Hervás, Jose M. El concepto, los métodos y las fuentes de la Historia Antigua, pp. 3-39
Las periodizaciones
¿Hasta qué punto es válida esa segmentación en períodos? La Historia es universal y continua, los protagonistas son las personas, las colectividades y los tiempos y lugares. La segmentación permite clasificar los testigos que nos proporcionan las fuentes. es artificial y necesaria para dividir el períodos cómodos y comprensibles el inmenso material de la ciencia histórica, imposible de aprehender en su total dimensión. Son un instrumento de trabajo.
Se han usado periodizaciones por épocas de reinados o dinastías así como divisiones sacadas del mito, la filosofía o la Teoría del Estado, así como las cinco edades de Hesíodo.
La Historia General, con visión totalizadora nace con Diodoro de Sicilia (segunda mitad del siglo I a. C.). El cristianismo aboga por una concepción libeal de la historia, como en la Crónica Universal de Eusebio de Cesarea (siglo IV), embrión de las divisiones histórico-teológicas medievales. La Crónica de Isidoro de Sevilla lo amplía.
Se hacen usuales las cuatro monarquías universales: asirio-babilonios, medo-persas, gro-macedonios y romanos. Esto se abandona con el Humanismo.
Nacen sucesiones epocales con criterios dispares filosóficos e ideológicos.
Se impone la criticada división tripartita de Christophorus Cellarius (Keller - 1685) en Edades Antigua, Media, y Moderna. Cuestiona la validez de los criterios, años, y que visión es solo occidental.
Ha habido otros criterios como el de Ottokar Lorenz con Generación, que propone una serie de evoluciones con periodicidad de 300 años, tesis inaceptable por el determinado que implica, pero ingeniosa y algunas veces repetida por un paradigma de germinación, crecimiento, prosperidad y muerte.
Los límites de la Historia Antigua
Precisar límites entre Prehistoria y Edad Media ha dependido de las fuentes disponibles y del punto de vista filosófico e histórico - literario disponible. Los moldes greco-romanos se rompieron con E. Meyer (1855-1930), y con nuevos descubrimientos arqueológicos sobre Antiguo Oriente y se postularon dos círculos: el oriental y el greco-romano. Los nacionalismos europeos dejaron de lado la Historia Antigua.
Hace pocos decenios se reemprendió el camino hacia la concepción universalista de la Historia Antigua con un ámbito espacial determinado que excluye India, Lejano Oriente, América y Europa Septentrional. Es más una Historia Antigua de Europa y Próximo Oriente, con enormes desfases en fuentes disponibles.
En su límite inferior tradicionalmente se ha definido por el primer documento escrito, deslindándola de la Prehistoria y con una etapa llamada Protohistoria en al que documentos escritos se refieren a culturas sin escritura aún, pero hay desfases ya que la escritura no aparece sincrónicamente en todas las culturas. Se inclina más por hallazgos materiales como la aparición de la agricultura por la revolución que causa en las estructuras sociales (especialización en el trabajo, comunidades, elevación del nivel económico), pero es difícil precisar ese momento. Otro criterio es la metalurgia, pero valen las mismas objeciones. Agricultura, metalurgia, urbanismo y escritura se presentan bastante unidos. Sí se ha encontrado que con la escritura aparece la ciencia histórica.Así, hacia 3.500 a.C., aparece la escritura en Sumer e inicia la Historia de la Antigüedad. Hacia 3.000 a. C. aparece en Egipto, en Italia con la implantación violenta de la cultura etrusca, en Grecia hacia siglo XV a.C.
Su límite superior ha sido postulado no menos de veinte veces diferentes y los medievalistas defienden la influencia hasta ya muy entrada la fase siguiente. Pirenne considera que la destrucción del mundo mediterránep antiguo correspondió al Islam. No hay un límite claro y consensuado. Quizás sigue la influencia de Keller y su división tripartita.
Existe un malentendido en el sentido de que el mundo mundialización acaba con el antiguo o lo reemplaza: había mucha disposición de recibir la herencias de las Antigüedad. Se mantiene como criterio único la desaparición del poder central en Occidente y la formación de estados germánicos en 476 que parece la mejor solución.
La Historia Antigua y los Historiadores de la Antigüedad
La Historia Antigua es hijastra del Renacimiento pues fue con el Humanismo que se vuelven los ojos a tiempos lejanos. Hay tres fases en el desarrollo de esta Historia:
(a) Hasta el siglo XIX: Fragmentario y algo legendario, basado en los clásicos. No es vista como disciplina independiente sino que parte con la Filosofía y Arqueología y desde una visión filológica. Poco crítica y muy entusiasta con las obras de la literatura antigua (Petrarca, Bocaccio o Decembrio), destacando Cola Di Renzo por basarse en inscripciones. Atada a narraciones de Litio o Tácito con dramatismo y gigantescas personalidades o bien en la línea de Cola di Renzo (Antiquitates) basada en un afán coleccionista y compilador. Hay una tercera dirección, mediatizada por la política, con Maquiavelo y Montesquieu, que buscaba patrones para aplicar a su tiempo, estudiando la caída de Roma. Con la Ilustración Gibbon (History of the Decline and Fall of the Roman Empire), en la línea de Montesquieu. es el primer intento historiográfico con juicio histórico. Winckkelman (1717-1768) se aboca a Grecia y marca el inicio del Historicismo.
(b) La Historia Antigua en el siglo XIX: Niebhur, Mommsen y Droisen son las tres figuras de esta época, muy influida por el Historicismo: narrar las cosas tal cual sucedieron a partir de las evidencias. Rechazo de toda teoría o generalización, cae en absolutización de la ciencia histórica que ve en sí misma el motor y coloca al historiador como un ente contemplativo. Barthold Georg Niebuhr es creador del método histórico - crítico y autor de Historia Romana (1811). Se plantea por primera vez el valor de las fuentes históricas y las amplió a fuentes no literarias.Se cruza la ciencia del Derecho y las fuentes no literarias en Theodor Mommsen (1817-1903), con cerca de 1.500 títulos, con gran intensificación metódica. Principales Derecho Público Romano (1888) y Derecho Penal Romano (1889). Johann Gustav Droysen (1808-1884), que acuñó el término Helenismo. Frente a Alejandro Magno desvalorizado por los discursos de Demóstenes revaloriza la figura en Historia de Alejandro (1883) y su Historia del Helenismo (1836 tomo I y 1843 tomo II). Inserta el helenismo en la Antigüedad. Los hallazgos arqueológicos potencian esta Historia. Dos limitaciones: es una historia eminentemente política (salvo Burkhardt 1818-1897 que trató de encontrar las fuerzas motrices de la historia) y ligada al Neohumanismo y su idealización romántica de los griegos, desmitificada por Beloch.
c) La Historia Antigua en el siglo XX: la herencia se manifiesta en una ciencia firmemente anclada en el campo de las ciencias históricas con un método reconocido y eficaz, y un campo instrumental tan completo como útil, pero a la vez tiene que superar la crisis del historicismo y la de poder encontrar una nueva orientación y métodos para la Historia Antigua entre los pollos del positivismo, neohumanismo y la concepción universalista de la historia. Inicia con Meyer que abandona el clasicismo de la Historia Universal y el neohumanismo y se centra en su unidad interna en dos polos, oriental y greco-romano, cuya contemplación como conjunto es esencial. Se pasa a un camino de especialización y la monografía conduce al afinamiento de métodos y ampliación de conocimientos. Se escribe para iniciados y se corre el riesgo de convertir la Historia Antigua en un Museo de la Antigüedad, muerto y vacío de sentido.
La definición marxista de la Antigüedad arranca en la concepción neohumanista clásica (Atenas s. V y IV a.C. y Roma república y comienzos del principado), descartando Oriente por su errónea idea de ausencia de propiedad privada y es el fundamento de Europa. Lenin y Stalin no tenían relación alguna con la Antigüedad por lo que al reemprenderse su estudio, se ancló en Marx y Engels. Hubo gran desarrollo de la ciencia soviética de la Antigüedad, pero supeditada a las necesidades del marxismo leninismo y en enfrentamiento con los historiadores burgueses.
La Historia Universal de la Antigüedad necesita volver a considerar el transcurso del conjunto del acontecer histórico como una unidad espacial y temporal, frente a las tendencias ahistóricas de la historia de las ideas, de la cultura, la social, etc. y volver a colocar a la sociedad y no al Estado en el centro. Sólo así podrá producirse una contemplación universalista que mezcle fructíferamente la historia individualizados y la estructural.