Bernardi, Cristina de. "Identidad Étnica y Poder Estatal en la Mesopotamia del III Milenio a.C. Problemas de reconstrucción histórica" en: Estudios de Asia y África, XXXVII, 2, 1998
EN LOS ÚLTIMOS AÑOS, el número de movimientos de reivindicación étnica y de guerras interétnicas se ha incrementado enormemente.
La perdurabilidad de las identidades étnicas y de sus reclamos obliga a pensar en la comprensión de las formas primarias de las identidades étnicas y de su patrón social relacional.
En los estudios acerca de la Mesopotamia del III milenio a.C. -periodo en el que los protagonistas principales fueron los grupos etnolingüísticos sumerio y acadio- se estudian para determinar si son conflictos políticos entre estados, o bien como episodios en que se vislumbren diversos momentos de las relaciones entre pueblos con diversas lenguas y culturas (etnias). En este artículo intentaré llevar a cabo una aproximación al problema del poder desde esta última perspectiva.
Parto de la certeza de que la conformación de una etnia no es inmutable sino que surge a partir de un conjunto de procesos sociales, económicos y políticos que, a su vez, generan diversas acciones de cohesión étnica y las etnias participan en un campo de interacción sumamente complejo, en el que la alteridad, la conciencia del otro, colabora en la propia autodefinición. Me interesa destacar el significado y la acción del poder estatal en la identidad étnica y las relaciones interétnicas
A pesar de la dificultad propone esta definición provisional de etnia: conglomerado humano, de dimensiones diversas, con una especial y propia relación con un territorio determinado, que reconocen una historia común que les provee particularidades relativamente estables de lengua y cultura; y que poseen autoconciencia de unidad y diferencia de otros conglomerados humanos, base del sentimiento de pertenencia e identidad étnica.
Tradicionalmente, el ideal de la historiografía documentalista había sido tomar el texto como información sobre el pasado, con el objetivo de reconstruirlo con la mayor verosimilitud posible. Esta posición se apoya en la ilusión de que es factible una descripción neutral de los hechos, sin interpretación (y por lo tanto sin contaminación). Pero la profunda renovación teórico-metodológica de las ciencias sociales en los últimos años ha llevado a que, desde distintas perspectivas teóricas, lingüísticas, literarias y también desde la misma historia, se haya revisado (y relativizado) la concepción puramente documentalista de la historiografía y se plantea la revalorización del documento como texto en sí.
“Por el contrario, estos documentos deberían verse en sí mismos como objetos de análisis (...) (E)l problema no es llegar a saber si un hecho narrativo es 'verdadero', sino por qué ha sido asentado y por qué de ese modo particular y no de otro.” ( M. Liverani, "Ideologías políticas y léxico político en las cartas de El Amarna", en Berytus, vol. XXXI, 1982, p. 42
Analiza así el proceso de tránsito de los grupos étnicos sumerio y acadio a la configuración étnico-política; en otras palabras, se trata de analizar los vínculos entre la emergencia del poder estatal y las transformaciones de las identidades étnicas.
(Faltan páginas 318-320)
En los textos se lee quiénes se valoran como “los otros” por oposición a “nosotros”. El desplazamiento del concepto de enemigo al de extranjero es uno de los síntomas del proceso de construcción de la configuración étnico-política.
En el período Dinástico Temprano despunta la organización estatal con el proceso de urbanización centrado alrededor del templo. La ciudad completa así el concepto de fijación territorial iniciada en la pertenencia a la aldea sedentaria.
Sargón extenderá su denominación a "Rey de las cuatro partes" o cuatro puntos cardinales y esto necesita un sustento ideológico legitimador de ese reclamo, que una vez más se buscará en el mundo divino.
Debemos suponer que, en la medida en que los registros e inscripciones son concebidos por la élite que pretende llevar a cabo ese proyecto, intencionalmente se hará hincapié en la cohesión interna y en su contraste con las etnias y países extranjeros.
Cabe rescatar el señalamiento hecho hace tiempo por Max Weber: "...la comunidad de lenguaje, y al lado de ella, la homogeneidad de la reglamentación ritual de la vida, condicionada por representaciones religiosas análogas, constituyen elementos activos extraordinariamente fuertes en la creación de un sentimiento de afinidad étnica..."