Francisco Javier Fernandez Nieto. "Filipo y Alejandro" y Arturo Pérez A. "Los Reinos Helenísticos desde la muerte de Alejandro hasta la intervención de Roma", en: Historia Antigua (Grecia y Roma). Joaquín Gomez Pantoja (Coord.), 1 ed. Madrid: Ariel, 2003. pp. 293-351.
Capítulo I: Filipo y Alejandro
1. Fuentes del período
Para la época de Filipo II de Macedonia (359-336 a.C.), hay diversas fuentes como monedas e inscripciones y fuentes literarias de los oradores áticos (Isócrates, Demóstenes y Esquines). Sobre historiadores la mayoría se ha perdido salvo fragmentos dispersos de Teopompo de Quíos, Anaxímenes de Lámpsaco y Éforo de Cumas. Como fuentes secundarias utilizará libros de Diodoro Sículo, Plutarco y el libro de Trogo Pompeyo, resumido por Justino.
Para la época de Alejandro Magno (336-323 a.C.), igualmente hay inscripciones y monedas, así como registros y correspondencia, así como escritos de testigos (Calístenes, Anaxímenes de Lámpsaco, Cares de Mitelene, Onesícrito de Astipalea, Edipo de Olinto, Marsias de Pela, Nearco, Policlito de Larisa, Clitarco, Aristóbulo de Casandria y Ptolomeo Lago (fundador de dinastía Ptolemaica en Egipto). Todos esos libros de testigos se han perdido pero aparecen referenciados en las obras de Diodoro Sículo, Curcio Rufo, Trogo Pompeyo, Flavio Arriano, Nearco y Onesícrito.
2. El ascenso de Macedonia con Filipo II
Macedonia, al norte de la península griega, con 30.000 km 2, controlaba los caminos de Grecia y le Península Calcídica, hacia Tracia, el Bósforo y el Mar Negro. Constituía una unidad política pero no étnica, pues había población ilirio-chirpiota (llegada en el siglo VIII a.C.) y otros grupos de origen tracio y frigio, unidos bajo el nombre de macedonios (serranos o montañeses). La corona pertenecía a la dinastía Argeadas (de Argos, se creía). Aunque se les había permitido participar de los Juegos Olímpicos, la mayoría los tenía por bárbaros. Filipo II había residido en Beocia y conoció sus técnicas de guerra. Desde su inicio amplió y fortaleció fronteras. Atenas y otros reaccionaron estableciendo tratados de alianzas con reinos y ciudades vecinas de Macedonia. Filipo no los respetó y Atenas estaba ocupada en otras guerras.
Pudo así administrar un reino tan extenso como Beocia, Ática y Peloponeso juntos. Un ejército ordenado, cohesionado, disciplinado y nutrido, al que se añadía artillería y máquinas de guerra modernas fue su principal herramienta.
En los territorios conquistas establecía nuevos asentamientos y atraía a nobles propietarios y funcionarios leales (a los que premiaba con tierras), estabilizaba a la población desplazada, difundía una cultura helenizada, promovía fiestas cultos y el comercio, y facilitaba el reclutamiento y prestaciones fiscales. Contaba con una moneda fuerte y buenos ingresos fiscales. Su corte era conformada por la nobleza, pero atraía a extranjeros por sus cualidades.
En 356 a.C., estalló un conflicto llamado la Tercera Guerra Sagrada, relacionado con la administración del Oráculo de Delfos. Filipo participó apoyando a algunos bandos hasta que hubo alarma en algunas poleis de que llegara a estar el Oráculo en manos macedonias. Filipo regresó a macedonia y se desentendió del asunto. Se concentró en controlar la península calcídica y a estorbar el comercio ateniense con el norte del Egeo y Tracia.
En 346 a.C., firma tratado de paz con Atenas (paz de Filócrates) que permitía libre navegación a los atenienses a cambio de ceder tierras definitivamente. Logró intervenir hacia el final de la Guerra Sagrada y fue incorporado en el Consejo de Administración. Hubo un deterioro paulatino de la relación con Atenas hasta la ruptura, mientras continuaba la expansión macedonia, previa firma de tratado de no agresión con Persia. Atenas cuidaba un delicado balance estratégico diplomático.
En 340 a.C., luego de tomar 230 barcos en la entrada del Bósforo, se declaró rota la paz de Filócrates y comenzaron las hostilidades abiertas hacia Macedonia por Atenas. En 338 a.C., se libró la batalla en Queronea (Beocia): Macedonia estaba en posición de decidir el destino de Grecia continental, poder que tuvo que tolerar Atenas y hasta Esparta, reducida a la primitiva Laconia al final del Peloponeso.
Filipo convocó a un congreso de los Estados griegos en Corinto que fijó límites, estableció alianzas, prohibió reformas sociales e instauró Consejo o synedrion de delegados de los estados firmantes. Esta fue la Liga de Corinto y todos juraron la hegemonía de Filipo II en ella. Se volvió la mirada al mar Negro y en 336 a.C., ordenó cruzar el Heliosponto (Dardanelos) con 10.000 soldados, pero cayó muerto asesinado en ese año, en la boda de su hija.
3. Alejandro Magno y la aventura de Oriente
Educado desde los 13 años por Aristóteles, durante una regencia destacó como estratega. Al morir Filipo II el sucesor lo elegía el Consejo Real y luego ratificado por elección popular, el general Antípatro logró reunir apoyos para Alejandro, luego de cuya elección todos los que lo disputaban fueron eliminados o exiliados.
Otro efecto de la muerte de Filipo II fue el deseo de independencia en Grecia, pero Alejandro intervino pronto mostrando fuerza para mantener la hegemonía. El tratado de la Liga de Corinto se ratificó con el nombre de Alejandro y éste partió hacia Asia.
En Grecia mientras se produjo un levantamiento contra Macedonia, apoyado por diplomáticos persas, quienes además explotaban el resentimiento contra macedonia y daban dinero para la rebelión. Alejandro regresó y rápidamente puso orden aplicando, con apoyo de la Liga un castigo ejemplarizante contra la iniciadora, Tebas, que fue destruida y sus habitantes vendidos como esclavos.
En 334 a.C., se retoma la expedición a Asia. El Imperio Persa era cualitativa y numéricamente superior, con sus satrapías desde el Mediterráneo hasta el Indo, por ello dejó la mitad de su ejército en Macedonia para cuidar ataques ilirios, tracios y griegos mientras se ejecutaba la campaña. La otra mitad, más los aportes de los miembros de la Liga, más mercenarios partió a Asia. Luego se les unieron unidades persas al derrotar a Darío III, caballería iraní y la flota persa con naves fenicias, chipriotas, carias y egipcias, además de cartógrafos, topógrafos, intérpretes e ingenieros.
Las ciudades griegas de Asia Menor estaban controladas por oligarcas filopersas, así que debió avanzar sin su apoyo.
Se enfrentó con el ejército persa en el río Gránico, ya en el mar de Mármara, con victoria macedónica. Desde ese momento tuvo la política de mantener las satrapías que iba conquistando, reemplazando oficiales y ejecutando o expulsando oligarcas. No firmó tratados ni los incorporó a la Liga de Corinto. Para el final de ese año dominaba ya un tercio de la península anatólica. Al año siguiente casualmente falleció el estratega marítimo de Darío III y eso hizo cambiar la prioridad a la tierra, descuidando el mar. En Iso, ubicada en el punto inferior de la península, donde inicia la costa oeste Siria y el Líbano, tuvo lugar otra batalla ganada por Macedonia. Esto inclinó el balance y por primera vez Darío III hizo oferta de amistad, lo que fue rechazado. Sin avanzar a Mesopotamia, se concentró en dominar el litoral, tomando Gaza y siguiendo a Egipto, donde fue recibido con júbilo pues los liberaba de la opresión persa. Tuvo buenas relaciones con el clero egipcio y hubo una ocupación pacífica y hasta visitó el Oráculo de Amón en el Oasis de Siwa que dijo saludarlo como hijo.
Hacia 331 a.C., avanzó a Susa y Persépolis en el corazón del Imperio enfréntandose en la llanura de Gaugamela, luego cerca del Tigris, con victoria Macedonia. Tomó posesión de Babilonia, donde fue recibido como liberador e hizo sacrificios a Marduk. En Susa, capital aqueménida, tomó el tesoro persa. Siguió a Persépolis que fue saqueada a fondo. Confirmó como sátrapas a nobles iranios y dejó importantes guarniciones. Regularizó las comunicaciones y envíos de dinero a Grecia.
Con esto comienza la segunda fase, con dirección a las satrapías orientales. Darío III había sido asesinado por Beso, sátrapa Bactria que ahora dominaba con apoyo de los señores feudales. Alejandro continuó el avance lentamente y fue instalando colonias militares en zonas aisladas para conectarlas. Luego de tres años conquistó Bactria, declarándose de camino sucesor de Darío III, para evitar desintegración. Sin embargo fue difícil y había pérdidas, enfermedad y privación entre los soldados. Incluso hubo choques culturales como el rechazo a la postración (proskynesis) pues para los Macedonios era solo ante divinidades y rechazaron venerarlo así. Hubo complots, intrigas y ejecución de oficiales entre las fuerzas de Alejandro Magno.
En 326 a.C., llegó hasta Taxila, pasando el Río Indo en Pakistán donde firmó tratado de alianza con el rey de Taxila que pidió su apoyo para controlar a su vecino Poro, donde fue la última de las victorias macedonias, que fue recordada fundando Alejandría del Hpifasi, a lado de un afluente del Indo y luego emprendió el regreso.
De bajada se sometió a todo el valle del Indo, situando oficiales macedonios y llegaron a la costa. En el regreso, algunos por tierra otros por mar, hubo muchas bajas. de regreso pasó por Persépolis y hubo que ordenar y retomar control pues sátrapas se habían sublevado. Al llegar a babilonia ordenó nuevos nombramientos, solo macedonios y ejecución de los anteriores sátrapas. En Grecia fue rechazada su imposición de recibir a los exiliados y la restitución de bienes. El malestar creció cuando se supo que deseaba establecer capital en Susa.
La intención expansionista seguía y el sueño era dominar universalmente desde el Indo hasta Gibraltar, desde Egipto y Arabia hasta el norte de Europa y el inicio de los Urales.
Murió en Babilonia en 323 a.C., antes de cumplir 33 años.
Los reyes aqueménidas había logrado uniformar un poco Egipto, Jonia, Media y Bactria, pero Alejandro no pudo evitar la tendencia a la disgregación.
Su labor aceleró la interdependencia que desembocó en un cambio dinástico en Macedonia y la creación de tres reinos helenísticos: Seléucidas, Ptolomeos y Atálidas de Pérgamo.
Pretencioso respetar el orden administrativo de las satrapías y añadir la Cancillería como órgano real coordinador, con dos sedes, para atender grecia y el oriente arameo, funcionando gracias a un sistema de correos eficiente, en el que los documentos, sea sellados como rey de Macedonia o rey de los persas, según su destino.
Económicamente mantuvo el sistema tributario de las satrapías. Manejaba una caja militar que organizaba todo para el ejército y remitía a Macedonia fondos. Conforme saqueaba tesoros, el oro lo usaba para acuñar moneda, tanto dáricos de oro como una acuñadora ambulante de monedas de plata para el pago de salarios.
Muchas rutas se perfeccionaron, haciendo mejoras sensibles en caminos y activando los puertos fenicios, además de la construcción de Alejandría, modernización en Babilonia en los cauces del Tigris y Éufrates, hasta su desembocadura, para hacer un puerto intermedio, aunque era difícil una política económica clara con funcionarios dispersos y dispares. Un balance reposado destaca su adaptabilidad y que sus decisiones estaban basadas en la conveniencia a sus objetivos. Dejó sentadas las bases para futuros sincretismos religiosos, filosóficos y literarios y un puente al intercambio y difusión de ideas.
Capítulo II: Los reinos helenísticos desde la muerte de Alejandro hasta la intervención de Roma
1. Características generales. Las fuentes.
La última fase de la Historia de Grecia en la antigüedad se conoce como helenística, que inicia con las conquistas y el auge macedónico, pero el final es discutido, pues podría ser el final político pero no cultural o artístico, afectando a Roma. Lo que se produjo fue una helenización de pueblos que no cambiaron sustancialmente. Además, lo que rápidamente conquistó el joven rey, se graccionó en varios reinos, aunque en lo económico era una unidad.
Los documentos oficiales y la epigrafía (inscripciones en piedra o metal), están en griego principalmente, pero porque era la lengua del poder, no la más extendida. El sentimiento de superioridad griego frente a los bárbaros persistió, aunque fueran culturas más antiguas. La lengua que se impondrá es el griego koiné, de base ática.
En esta época aparece de nuevo la monarquía, que salvo la conservadora Esparta, era vista como una forma de gobierno bárbara, aunque no enlaza directamente con la tradición inicial monárquica ni es una evolución propia de la polis, nace de la expansión basada en el carácter militar. En Macedonia sí había tradición, y en Oriente tenía carácter absoluto y en algunos lugares como Egipto, se identificaba con el propio Estado que reunía todos los poderes.A veces eran con carácter divino o al menos su representante. Con la helenización, se divinizará a los monarcas y a sus familiares. Los mercenarios jugaron un papel importante, aunque con diferente peso según el reino.
Los reyes se rodearán de consejeros y amigos, nombrados libremente, a modo de Ministros, todos de origen griego. La esposa del rey intervenía en política, aunque más de hecho que de derecho.
Aparecen nuevas ciudades extensas lo que, salvo Alejandría, era raro antes. Serían amuralladas, con teatros, mercados, bibliotecas y templos suntuosos, con trazado hipodámico (calles en ángulo recto, manzanas cuadradas) y torres poliorcéticas. A pesar de ser bajo regímenes monárquicos, las ciudades guardaron gran capacidad de decisión. Sus rectores serán oligarcas. Por la gran cantidad de conquistas, los esclavos serán accesibles y eso desplaza a la mano de obra pagada, lo que contribuye al empobrecimiento generalizado.
Sobre las obras, Luciano de Samosata es autor de la primera obra histórica de este período, pero es tardía (II d.C.), pero en general hubo grandes lagunas luego de la abundante producción en tiempos de Alejandro Magno. La obra más señalada es la Justino (¿II d.C?), aun con errores y contradicciones. El mejor y más completo historiador es Polibio, así como Diodoro de Sicilia. Al final se suman Plutarco con Vidas Paralelas, Flavio Josefo y el macedonio Polieno que tratan el objeto histórico pero con otras prioridades.
La filosofía conoce un gran momento, destacando Aristóteles, que sigue considerando a la polis como el marco ideal. Su escuela tuvo muchos seguidores pero no todos los escritos están disponibles. Son referenciados por Diógenes Laercio (III d.C.) en Vidas y Opiniones de los filósofos ilustres. El sucesor en el Liceo de Aristóteles fue Teofrasto. Además está Epicuro.
Las aportaciones de la literatura científica son superiores a épocas anteriores: Aristarco de Samos que propuso el modelo heliocéntrico, Heráclites del Ponto que afirmaba que Tierra gira sobre su eje o Eratóstenes de Cirene que indicaba que todos los mares eran uno.Euclides en matemáticas y geometría y Arqupimides en física. En medicina Herófilo de Calcedonia descubrió la circulación de la sangre.
La epigrafía contiene inscripciones honorarias y conmemorativas, pero escasa comparada con Roma. La papirología en Egipto es destacable, tanto en griego como en arameo, la mayoría del Alto Egipto conservados por el clima. La mayoría son cartas, contratos y textos legales, fiscales y elementos administrativos. Han llegado muchos óstracos (trozos de cerámica o piedra grabados), muchos como “papeles de apuntes”.
Las fuentes arqueológicas son abundantes, tanto en las ciudades clásicas como en la periferia.
2. El Mediterráneo oriental tras Alejandro
Pérdicas, lugarteniente de Alejandro, coordinó ejércitos al morir éste y fue regente de Filipo III Arriendo, hermanastro de Alejandro, pero dos años luego en 321 murió. Crátero, hombre de confianza de Alejandro dominó la situación pero en nombre de un hijo póstumo de Alejandro y su hermanastro. Los llamados Diádocos se disputaron los territorios y aunque hubo un tratado diez años después, eso favoreció el poder de los basileus. En 301 a.C., hubo batalla de Ipso en Asia Menor y su resultado fue el fraccionamiento: Seleuco sería dueño del norte de Siria, Babilonia e Irán; Lisímaco Asia Menor y Tracia y Pleistarco el sur de Asia Menor. Estos son los diádocos. Los tolomeos continuaban en Egipto y Casandro en Macedonia, que con algunos cambios (como el surgimiento del reino de Pérgamo en el extremo noroeste de Anatolia) sería el reparto definitivo.
3. Macedonia y Grecia
En Macedonia seguían prevaleciendo características políticas y sociales propias que los acercaban a los Ilirios (e)y tracios (n). La monarquía va a prevalecer, con dificultades a veces para imponerse a los nobles. Macedonia entrará ahora sí en el mundo de las ciudades, con Pella, Casandrea y Tesalónica. Desde la muerte de casandro (298) hubo sucesivas invasiones y reinados en disputa con Seleuco, quien a su vez fue muerto por Tolomeo Carauno.
Las ciudades griegas vieron con júbilo la muerte de Alejandro como posibilidad de liberación, aunque permanecieron guarniciones macedonias en ellas, incluida Atenas. Esta trató de unir ciudades en una Liga pero fue derrotada por Antíparo y ya no tuvo más el rol político y económico de antes. La clase alta practicó el evergetismo (caridad) incluso en grandes cantidades haciendo edificaciones, lo que sería característico de las ciudades romanas.
La isla de Delos en el centro del Egeo, propició el establecimiento de ricos comerciantes, que harán en su vida diaria un despliegue nuevo de riqueza y lujo creciendo y cambiando la forma de las residencias privadas, a la vez que se propició el crecimiento de un proletariado cada vez más pobre. En general hay un empobrecimiento de las clases bajas hacia el siglo II a.C.
4. Asia
Es el menos homogéneo de los tres reinos en que quedó dividido el patrimonio de Alejandro. La dinastía de los Seléucidas se concentró en el oeste, mientras los territorios orientales se irían desgajando. Se desarrollarán reinos como el Parto y el Bactrio y deberá ceder tierras a Chandragupta.
Tuvo que enfrentar constantes invasiones de Roma en su extremo oeste.
Una gran diferencia cultural entre griegos y macedonios es que los primero son urbanos. Fundarán ciudades y fortalecerán existentes en Asia Menor como Priene, Efeso, Mileto o Esmirna y más al sur en Siria, Antioquía, Apamea de Orontes y Gerasa (al sur de Damasco, ya en Jordania). La diversidad de pueblos indígenas solo tendrá en común la exclusión de los organismos de gobierno y oficiales en beneficio de los griego-macedonios.
Los indígenas campesinos (laoi), no podían abandonar las tierras asignadas, aún su estas cambiaban de dueño.
Pérgamo fue un reino independiente desde antes de 230 a.C. Hubo otros como Capadocia (centro de Anatolia), Bitina (norte Anatolia) o el Ponto (noreste y bordeando mar negro hacia el norte). Llegó a rivalizar con Alejandría. Fundada por Lisímaco, en tiempo romano sería una de las más importantes ciudades helenísticas. Alejandría prohibió la exportación de papiro, por lo que Pérgamo desarrolló su propio papel: el pergamino.
Judea, disputada entre Seléucidas y Tolomeo, fue un caso aparte por su singularidad religiosa. Bajo dominio egipcio (tradicional desde Tutmosis III en el Imperio Nuevo). Alejandría fue una colonia en donde se llegó a traducir al griego el Antiguo Testamento y en el s. I, el Libro del Eclesiástico.
En 198 fue agregada Judea al Imperio Seléucida, pero hubo conflictos porque se pretendió controlar el templo de Jerusalén y sincretizarlo con Zeus y Baal. La rebelión de los Macabeos (164 a.C.), trajo como consecuencia el reconocimiento de su religión.
El nomadismo continuó en las zonas desérticas y semi desérticas. Los nabateos llegaron a ser un reino caravanero del s.III a.C., con su capital en Petra.
Los gálatas, pueblo celta se había instalado en Asia menor en la primera mitad del siglo III a.C., pero invadían vecinos para obtener botines. Hubo en Pérgamo una breve dinastía atálida (282-133 a.C.) en donde destacó el arte con modelos gálatas (gálata moribundo, gálata suicida)
5. Egipto
El más homogéneo, que desde 323 a.C. hasta 30 a.C., fue gobernado por la misma dinastía, los Tolomeos. Tras la batalla de Ipso (301), Tolomeo I quedó dueño del sur de Siria. Inicialmente respetuosos de tradiciones locales y pacíficos, luego hubo disputas por el poder internas y arbitrariedad, durante las cuales Roma sería árbitro, hasta convertirlo en provincia en 30 a.C.. Durante esta dinastía se construyó el faro de Alejandría y se acondicionó el canal que luego sería el canal de Suez.
Como en otros lugares la diferencia entre griegos e indígenas era fuerte, y estaban fuera del poder. Pero hubo matrimonios mixtos aunque estuvieran prohibidos.
El nomo será la organización territorial básica, bajo el modelo de los separt o provincias desde tiempo del Imperio Antiguo. Al frente de cada uno, el nomarca o gobernador.
En lo económico, carecía de algunos recursos básicos. Fue introducida la moneda en la XVII dinastía, y hubo monopolios de aceite, sal, textiles, minas y canteras. El papiro era muy importante y no llegó a ser monopolio real, pero junto con lino y granos estaba muy controlado.
En el campo había colonos pobres. Como el rey era el dueño del territorio, podía conceder en uso kleros o lotes de tierra a cambio de proveer soldados. Los indígenas vivían en tierras reales o de particulares, pero mal retribuidos. Había muchos campesinos por lo que la esclavitud no era particularmente importante, concentrada en minas y servicio doméstico.
Sin llegar al sincretismo en tiempo de Alejandro entre Zeus y Amón, sí hubo mezcla de elementos. Los Tolomeos difundieron el culto a Isis y Serapis, pareja divina y padres de Harpócrates. Hubo documentos religiosos en griego y egipcio jeroglífico y demótico.
Alejandria (fundada en 332 a.C.) fue la capital cultural del helenismo y las más importante sobre Tolemaida en el Alto Egipto y Naucratis en el Delta. La Biblioteca y el Museo fueron fundados en l siglo III a.C., y se cree fue destruida por incendio en 47 a.C. (posiblemente magnificada pues fue algo parcial). Se añadieron obras en Karnak, Tebas, y templos para Tolomeo III en Edu.