Dominguez Monedero, Alfonso. "La Grecia Arcáica" en: Historia Antigua (Grecia y Roma). Joaquín Gomez Pantoja (Coord.), Capítulo 3. (pp. 73-137).
1. Rasgos geográficos y humanos de la Hélade
Incluye los territorios ocupados por helenos o griegos. Es un territorio de cadenas montañosas noroeste - sureste, con el Monte Olimpo (2.917 m), de ríos poco caudalosos, que tiende a ser compartimentado, sin grandes llanuras. La lucha contra la erosión y la infertilidad requería ganado y barbecho. Había condiciones similares en las islas, o peores.
Grecia del Este, en la costa de Asia Menor gozó de condiciones diferentes, con fértiles territorios. El mar es el auténtico vínculo, el pontos, que propició expansión y literatura.
Es probable que los antepasados llegaran paulatinamente desde el norte durante el III milenio a.C. y la presencia de griegos es un hecho cierto desde el bronce medio (1600 a.C.), cuando desarrollan la primera gran cultura europea, la micénica.
La lengua ayudará a comentar la identidad, que por aislamiento se fragmentará en dialectos (griego micénico, arcado-chipriota, ático-jónico, dorio y eolio) que no rompieron la percepción de unidad, sin embargo. Inició con una identidad “aquea” pero en los siglos XII - XI a.C., derivará en un conglomerado de puebla greco parlantes que ya no tienen noción de formar parte de algo común, mientras se gesta la nueva identidad “helénica”.
2. Las fuentes para el período: leyenda, épica e historia
La escritura micénica, conocida como Lineal B, desaparece con ellos y los palacios cerca de 1200 a.C., de gran uso en la administración, sin pruebas de otros usos. Con el analfabetismo volvió la oralidad. Tiene como ventaja la continua creación de recuerdos comunes, pero como desventajas el aislamiento y la distorsión del pasado.
Los poetas son los líderes y hay temas esenciales como la guerra de Troya, constructor de un paradigma de grandeza, unión y relacionamiento con el pasado. Luego son integradas en una composición más amplia y escrita con los Poemas Homéricos, cerca de la segunda mitad del s. VIII a.C. Buscaban contar la verdad, su verdad. Guardan restos de elementos fosilizados y su estratigrafía permite conocer el mundo del final de los palacios micénicos.
Con la polis surge la racionalidad, la filosofía y la historia, los dioses ya no tendrán el mismo rol sino los comportamientos humanos, sus tradiciones (Hecateo de Mileto, s VI y V a.C.), las inquietudes cronológicas (Helánico de Lesbos) o la compilación de historias (Heródoto de Halicarnaso).
3. Los Siglos Obscuros
las épocas anteriores y posteriores a los palacios micénicos está llena de vacíos, que se van llenando. El final de la economía controlada desde Palacio, por terremotos, modificaciones del entorno climático, inseguridad y conflictos interterritoriales, determinará cambios en sociedades vecinas y sobre todo en el Peloponeso, provocando la emancipación de comunidades aldeanas aunque se abandonaron las obras hidráulicas (como en Beocia).
Hay una depauperización y la artesanía entra en decadencia.
Otras regiones, como Ática, Grecia central, y Tesalia lo vivieron diferente. En Creta la fuerte raigambre minoica hizo que fuera un caso aparte, pues no había control micénico.
Junto con los Pueblos del Mar (filisteos), los griegos se expanden y se establecen en Chipre desde el s. XI a.C.
Poco a poco se trata de recuperar el contacto internacional que era la norma antes, y en ese proceso buscaron recuperar los contactos con el mundo oriental. El declive de los palacios mermó las capacidades para hacer aguas seguras, por carencia de inversión en naves, contracción económica a la subsistencia y reducción del intercambio comercial.
La correspondencia de Ugarit relata su destrucción y las reiteradas incursiones (1180 a.C.) El relato de Unamón (Egipto, inicios del s. XI a.C.) relata cómo se tratan de recomponer los equilibrios perdidos.
Las ciudades cananeas (salvo Ugarit), a las que los griegos conocerían como fenicios, serán dinamizadoras del comercio internacional desaparecidos los micénicos, y que se consolidarán con el rey David a principios del s. X a.C. Uno de los hallazgos más relevantes de restos fenicios es la necrópolis de Lefkandi, en la isla de Eubea (isla del norte), con un monumento funerario enorme posiblemente de una pira funeraria que parece ser de los fundadores de una dinastía, con sus caballos, armas y bienes exóticos: los heroon. Los ritos funerarios los podemos seguir en su vertiente literaria en los Poemas Homéricos, y sus comerciantes ultramarinos, siempre fenicios. Otro contacto gierego y oriental es el alfabeto, influido por el fenicio y adoptado por los griegos cerca del s. IX a.C. Van siendo iluminados así esos Siglos Obscuros.
4. Los orígenes y formación de las poleis
La más genuina invención griega, es un proceso a lo largo del s. VIII a.C.
A partir del período que los arqueólogos llaman protogeométrico (IX a.C.), de nuevos ámbitos geográficos y culturales. La dislocación política luego de la desaparición de los palacios micénicos, hizo que la cohesión viniera de las familias patriarcales y patrolicales, que intercambiaban bienes y prácticas culturales (recitación de poemas épicos) y religiosas en las ferias. Las poleis ocuparán los territorios controlados por los palacios micénicos, pero sin administración desde arriba. Los líderes de esos grupos recibirán el nombre de basileus (rey). En la disposición de los monumentos funerarios de Lefkandi se ve esta concentración de trabajo, en favor de uno de sus miembros, como elemento legitimador para seguir gobernando.
La base económica prioritaria es la tierra, que se reocupa con las mejoras del s. X a.C., proceso que demanda seguridad para el mantenimiento y defensa del oikos, la familia tierras y enseres. Grupos familiares se van aliando y surge una élite militar. El surgimiento de estos aristócratas que intercambiaban bienes y prestigio, entre iguales y que unen esfuerzos en un territorio determinado, cediendo soberanía personal por la colectiva, marca el surgimiento de la polis, y su proceso de sinecismo (aglomeración). Establecerá sus fronteras, con santuarios aglutinadores que hacen referencia a la identidad de la polis: es integración y exclusión, de los de afuera y de los que estando adentro no son iguales. Los ciudadanos serán convocados a asambleas de demos (quizás el 10% de su población real).
Desde temprano hay un proceso de institucionalización: no habrá dinastías por derecho divino sino porque los dioses los han convertido en sus representantes y el consenso entre iguales.
El consejo aristocrático o boule es el órgano de gobierno más antiguo, vinculado con los viejos héroes del pasado, narrados por poemas épicos. En ellos se avanza argumentando y en orden y aunque hay diferencias de prestigio o de poder, su vinculación de fuerzas mutuas hace que tomen decisiones entre iguales. El basileus ejecuta las decisiones de la boule.
La asamblea del pueblo (demos) tenía poder nulo al inicio. Convocada al ágora con fines informativos.
Magistrados especializados fueron siendo electos, pero no era una administración profesional, pues tenían mandatos limitados.
El caso espartano y ateniense es el mejor documentado, sin que necesariamente sea representativo de lo que ocurría en la Hélade.
Esparta representada como la antítesis de Atenas. Ejercerá su poder en el sur del Peloponeso a partir del s. VIII a.C. Se hallaba encabezada por una realeza dual (dos reyes), que persistían aún cuando las realezas hereditarias ya habían desaparecido en las poleis, lo que sucedió pronto. Reyes asesorados por un consejo de 28 ancianos llamado gerusia y la asamblea popular de varones de edad militar, que debía reunirse periódicamente. Influidos por la figura de Licurgo, antiquísimo legislador, al que se le atribuían innovaciones retroactivamente. Luego se creó una nueva magistratura de elección anual, los éforos, que se cree que supervisaban y controlaban al rey. Tendió a crecer su poder lo que agregaba tensión. En Esparta se le daba énfasis a la educación por parte del Estado, muy centrada en lo militar.
En el caso ateniense decía la tradición que fue aglutinada por Teseo y controlaba todo el Ática. La realeza hereditaria fue remplazada pronto por magistrados (arcontes) electos por diez años y luego anualmente. Asesorados y quizás controlados por un consejo llamado Areópago. La asamblea popular, ekklesia, jugaba un papel casi nulo. Había otros grupos menos poderosos pero que empiezan a prosperar, lo que le evitó movimientos colonizadores, aunque luego hubo tensiones con los grupos aristocráticos. Hacia el s. VII a.C., hay evidencia de problemas de endeudamiento del campesinado y disturbios que se agravaron con Dracón (622) aunque mejoraron con las reformas de Solón (594) que dio poder a la ekklesia y aumentó el número de miembros de la boule hasta Cuatrocientos.
Durante el s. VI a.C, conocerá diversas tiranías bajo Pisístrato e hijos. Clístenes mantuvo magistraturas pero aumentó la ekklesia a Quinientos y le dio poder mientra se lo redujo al Areópago.
Otros casos. Corinto era de base aristocrática que controlaba el poder político, Los Baquiadas, donde surge primero la tiranía. En Beocia (vecina norte del Ática), hay una atomización, donde persistieron territorios vacíos. Tebas, igual de base aristocrática, destacará y dominará la Confederación Beocia del s IV a.C. las ciudades de la costa occidental de Anatolia, se caracterizaron por ricas aristocracias, con amplias destrezas navales, y se separaron de la visión localista de la polis. Enfrentaron conflictos e invasiones.
5. La gran diáspora griega
Expansión por el Miditerráneo y Mar Negro. Advierte sobre el término colonización que tiene mucha carga de significados que pueden desvirtuar el sentido del fenómeno histórico. El , organizado desde la metrópoli, como empresa de Estado, objetivo era crear una comunidad política nueva para reproducir las condiciones de la metrópoli para individuos que de alguna forma quedaron excluidos de ella, por razones, por ejemplo de tenencia de poca tierra. Eso reducía la presión de los desposeídos, los conflictos y permitía a la aristocracia conservar su preeminencia social. A veces el riesgo era que en las colonias se desarrollaban tiranías que deseaban conquistar otros territorios y ciudades griegas.
El fundador u oikistes, era de origen aristocrático, a veces designado por Apolo, hasta llegar a considerarse un factor de riesgo el no contar con la aprobación del Oráculo de Delfos. Es el interlocutor entre los que marchan y los que se quedan. El lugar se seleccionaba por una tradición de viajes anteriores, con tierras cultivables, agua o deseablemente población indígena no conflictiva.
Sicilia fue un área apta para este proceso, con Siracusa (733 a.C) fundada por corintios. Hubo colonias en el mar Egeo, Mar Negro, Mar Jonico, en África al menos una en Cirene (hoy Libia), sur de Francia (Marsella) y en la Península Ibérica (Ampurias en Cataluña).
La colonización sucedió durante todo el período arcaico, el clásico y el helenismo.
Tuvo como efecto la idea del necesario reparto de tierras, exigencia de los grupos desposeídos más intensa a partir del s. VII a.C. Además la idea de que la polis la constituyen los hombres y no las casas, tierras o santuarios. Hubo expansión de cultura material e inmaterial.
6. La época de las tiranías
Ya desde el s. VIII y el VII a.C., Hesíodo advertía en Los Trabajos y los Días que un gobierno no guiado por la justicia (Dike), podía enojar a Zeus que castigaría a toda la ciudad. Hacia la primera mitad del s. VII a.C., grupos sociales, diversos de los aristócratas, que buscan protagonismo político. Surgen los guerreros (hoplitas), de origen campesino, en principio para defender la polis, pero se convierte en una carga contra el régimen: la aristocracia perdió el monopolio guerrero. Los ciudadanos se sentirán ahora encargados de la polis. Se le suma que en la economía, se fue pasando a una agricultura extensiva de monocultivo, que ponía más presión en conseguir mucha tierra. Surgen ciudadanos no aristócratas enriquecidos, aunque no tantos como para constituir una burguesía rica como grupo organizado.
El tirano, siempre de origen aristocrático, canaliza las tensiones existentes dentro de la sociedad, apoyado por campesinos, y a veces con algunas familias aristocráticas que quedaron fuera del poder. Surgen codificaciones legales que aunque no eran realmente nuevas, al recopilarse, se expanden e incrementa su autoridad con normas rígidas, abandonando las normas (similares) de la flexibilidad oral.
Aristóteles analizó en detalle los mecanismos del tirano para hacerse con el poder con mensajes al campesinado y con acciones de tomar el poder por la fuerza (a veces en el contexto de fiestas). Harán obras públicas, darán ocupación a los desfavorecidos económicamente (que esperaban repartos de tierras que se prometían pero nunca llegaron), créditos a bajo interés, fortalecimiento militar (a veces con mercenarios extranjeros) y de navíos y protectores de las artes. No suprimen las magistraturas, sino que las sujetan al tirano colocando ahí a sus partidarios. Cambian las sociedades, la aristocracia se somete, algunos por necesidad otros por conveniencia, y surge una oligarquía controlando el poder. Con duraciones muy variadas siempre es temporal, porque no se sostiene y cae violentamente.
En Atenas, hacia el 632 a.C., hubo intento fallido de tiranía por Cilón. Atenas tenía el problema de tener tres territorios muy diferentes: costa, llanura y montaña, con intereses a veces opuestos. Pisístrato se hizo con el poder en 561 a.C., pero solo duró cinco años. Exiliado buscó apoyos fuera y regresó en 527 a.C., y permaneció con un gobierno de muchas obras públicas.
7. El ambiente cultural y religioso de la Grecia arcaica
El inicio de la literatura griega viene marcado por los Poemas Homéricos. La poesía fue la principal forma de expresión hasta bien avanzado el arcaísmo. Hesíodo (VII - VII a.C.) con su Teogonía (genealogías de dioses), los Trabajos y los Días (vida campesina con enfoque crítico reaccionario). Se desarrolló la poesía lírica (con música). Poemas guerreros de Arquíloco, poemas didácticos de Solón, poemas de Safo (mujeres), Jenófanes (poeta y filósofo), poesía de vencedores deportivos. En cuanto al teatro, se desarrollará en las festividades de Dioniso, con Tespis, Frínico, Esquilo (transición entre arcaísmo y clasicismo). Los primeros historiadores serán geógrafos, como Hecateo de Mileto, que hace exégesis de los mitos para extraer verdades. Otros poco conocidos como Cadmo de Mileto, Dionisio de Mileto, Janto de Sardes, quienes influyeron en Heródoto de halicarnaso y en Tucídides aunque este lo menosprecie.
En el campo de la filosofía, se les llama presocráticos, aunque esto los disminuye frente a Sócrates. Inicia con Tales de Mileto, quien definió el agua como el principio de todas las cosas alejándose de explicaciones cosmogónicas. Anaximandro, milesio también, VI. a.C., se inclina por un elemento indeterminado llamado apeirón, del cual surgen los elementos según se licúe, ratifique o vaporice. Anaxímenes, su discípulo, su principio era el aire que se transforma en otros, según la temperatura a la que se someta.Jenófanes es fuera de Mileto, rechazaba el carácter antropomórfico de los dioses y de que pueda conocérseles.
Pitágoras de Samos se rodeó de seguidores en una especie de secta de base mística y con influencia matemática.
Entre el VI y V a.C., Heráclito de Éfeso (el Obscuro), atribuye al fuego papel esencial, pero algo más matizada que sus antecesores milesios. La idea de conflicto y unidad está presente y detrás de todo cambio está el logos o proceso ordenado. Vendrán luego Empedocles (visión ética), Demócrito de Abdera (visión atomista), y los sifistas como Pratágoras y Gorgias, preocupados por la educación.
Hay una nueva estética. Destacarán los jóvenes desnudos, ubicados en santuarios y estelas funerarias. Los templos eran objeto de decoración intensiva, primero en madera y luego del s. VII a.C., en piedra. Se desarrollaron tres órdenes estéticos: dórico y jónico primero. Había una planificación del espacio de la polis y la arquitectura expresaba los ideales de la polis. En cuanto a pintura, se tiene evidencia sobre todo de cerámica. Pervivieron las tradiciones cerámicas micénicas. Reaparece la figura humana y la cerámica es vehículo de análisis de la mentalidad griega.
En cuanto a la religión, de la época micénica heredaron un panteón y prácticas rituales bastante conformadas. Los mitos, en los que los dioses se integran con los humanos, son parte esencial de esta religión y tienen con frecuencia un sentido etiológico (es la ciencia centrada en el estudio de la causalidad). Hay rituales individuales y el más importante es el colectivo y las diversas festividades, establecidas y reguladas por la polis. Junto con los dioses del Olimpo, había también devoción a los héroes, por el componente mítico de sus hazañas y el poder de cimentación de la polis que tiene su culto.
Ya durante el arcaísmo se percibe una pérdida de confianza en los dioses y la filosofía podría ser un intento de darles un nuevo rol o de buscar otras explicaciones. Mitos centrados en Orfeo o en Dioniso proporcionan esperanzas y explicación a la muerte.