Esta conferencia se realizó el 9
de setiembre de 2024 a las 17:30 horas en la Sala de Audiovisuales de la Facultad
de Ciencias Sociales de la Universidad de Costa Rica. Participaron Dra. Isabel
Avendaño Flores, decana Facultad de Ciencias Sociales, Dra. Alice Krozer,
Colegio de México, México y Dra. Rosa Rodríguez Bailón, Universidad de Granada,
España. Estuvo presente también el Dr. Francisco Robles Rivera, investigador
del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS).
En sus palabras de apertura, la
dra. Avendaño indica que hay que ver con mucho cuidado las diversas desigualdades
que hay y que esto es muy importante ya que lamentablemente nuestro país se ha transformado
y es hoy mucho más desigual. Hay que investigar más para encontrar causas y abordajes,
siempre con apoyo interdisciplinario.
La ponencia de la dra. Rodríguez
Bailón se centra en las desigualdades de índole económica y como estas afectan
y permean el comportamiento social de los individuos. Es un resumen de la
investigación del laboratorio Psicología Social de la Desigualdad de la
Universidad de Granada. Utiliza variables diversas de las que usualmente se utilizan
para este tema. Nos llama primero a reflexionar sobre las desigualdades y la proporción
de diferencia entre extremos. Entre los países de la OCED Costa Rica es uno de
los más desiguales, tanto en la variable Gini como en la proporción 80/20. La
desigualdad económica se relaciona con problemas de salud y otros problemas
sociales como reducción en la esperanza de vida, mortalidad infantil,
homicidios, prisión, etc. Los ODS cinco y diez se enfocan en las desigualdades. La desigualdad económica dispara dos procesos psicológicos sociales que son la
distancia social y la competición por el estatus, que podrían ser los que den lugar
a los problemas sociales que se ha relacionado con la desigualdad. Desarrollaron un modelo de información normativa
de la desigualdad económico, un clima normativo, la impresión de cómo funciona
la sociedad. Incluso podría ser reiterativo y los procesos de distanciamiento
provocan la percepción de mayor desigualdad. Además, se ha encontrado relación
con conductas como menor civismo, menos cooperación, etc. En el modelo
desarrollado, encuentran que la desigualdad potencia esos procesos psicosociales
y afecta elementos como: (a) la construcción de sí mismo, con una visión más
independiente que interdependiente conforme pensara que había más desigualdad,
(b) percepción de competición, que igualmente se percibe más competición a
mayor desigualdad percibida (c) los valores creyendo que los otros van a perseguir
más valores de auto ensalzamiento y menos de auto trascendencia (siguiendo la
teoría de valores universales) conforme mayor desigualdad percibida y (d)
procesos relacionados con el consumo, primando visiones de consumo estatutario,
sea basado en productos por estatus, y aumentando la ansiedad estatutaria
(Alain de Botton) al incrementarse la visión de desigualdad. Al hacer un
escenario ficticio, manipulando variables económicas en un país ficticio
llamado Bimboola, las respuestas van en el mismo sentido. Es positivo que a
mayor desigualdad se incrementa la intolerancia a la desigualdad y la
aceptación de proceso de redistribución. Hay factores que pueden revertir esas
situaciones como el feminismo y otros que lo agravan como la meritocracia. Hay
que establecer más precisamente relaciones causales y replicar estos estudios
de forma abierta y compartida.
La ponencia de la dra. Krozer,
por su parte, trata el tema de la desigualdad percibida, enfocándose en las
diferencias estructurales desde su formación como socióloga. Debemos precisar
qué es lo que definimos como desigualdad, porque no es tan obvio esto, incluso,
según nuestro contexto social, vamos a percibir la desigualdad de diferente
forma. Hicieron estudio para determinar cuál sería el ingreso máximo para
considerarse pobre, el porcentaje pobres, lo mínimo que debería ganar alguien
para considerarse rica y su porcentaje, y finalmente cuánto de su ingreso total
paga usted en impuestos. Hay sesgos de referencia importantes porque aún
personas que objetivamente son clase alta o del 1% se consideran clase media si
su contexto tiene personas que son más adineradas. Interesantemente hubo bastante
acuerdo en las estimaciones sobre la pobreza, mientras que sobre la riqueza
hubo muchas diferencias tendiendo a la sobreestimación. Hubo sobreestimación también en el porcentaje
que pagan de impuestos. Igual se preguntó la desigualdad percibida y la deseada,
y en términos de percepción, los mexicanos saben que viven en un país desigual
(más de lo que realmente es) y desearían diferencias menores que las
existentes. Sin embargo, cuando se pregunta sobre la movilidad social existente
y la deseada (la movilidad se mide como persistencia), al ver la movilidad de
largo alcance, se encuentra una sobrestimación muy importante de lo que
realmente sucede, porque es muy baja la movilidad, pero hay una percepción de
alta movilidad.
Finalmente, sobre la contribución para reducir la desigualdad,
las personas más pobres estarían más dispuestas a pagar más para reducir la
desigualdad y los más ricos, menos, en promedio un 12%. En la comparación entre
la desigualdad de mercado (la que hay) y la desigualdad después de impuestos,
México está muy cerca, es decir, no hay redistribución. Como conclusión, hay
que tener presente los sesgos de referencia (reference groups), confirmación
(confirmation) y disponibilidad (availability), ya que tienen de confirmarse.
Por otro lado, requerimos mejor justicia fiscal con acciones como nivelar el
campo de juego hacia la igualdad de oportunidades y capacidades a través de
bienes y servicios públicos.
La grabación de esta conferencia
está disponible en este enlace:
https://www.facebook.com/IIS.UCR/videos/461529520222070