lunes, 26 de mayo de 2025

Problemas de la Grecia clásica

Bravo, Gonzalo "Problemas de la Grecia Clásica" en: Historia Del Mundo Antiguo p. 241-286.


El siglo V a.C., presenta un dinamismo político y social que desborda los estrechos marcos de la polis: guerra continuas, desarrollo económico de algunos estados y del comercio, relaciones interestatales y consolidación de formas de gobierno tradicionales.

Hay más fuentes, además de Tucídides y Heródoto, Éforo, Helánico, Jenofonte, Platón, Aristóteles, Andócides, Lisias y obras de Esquilo y Aristófanes: el hilo conductor es la rivalidad entre Esparta y Atenas.

Advierte sobre el uso de términos políticos modernos como imperio, conservador, revolucionario, etc., sin validar su contenido. Esto se enmarca en debate entre primitivistas (narrar historia en sus términos) y modernistas (en términos actuales pero con utilidad analítica) y sobre denominaciones impropias que proporcionan imágenes distorsionadas.


1. La guerra contra los persas

La confrontación conocida como Guerras Médicas fue el final de un proceso de tensiones. Los aqueos (griegos) se instalaron en los Balcanes y los persas hacia el este. A finales del s. VII a.C., los medos adquirieron poder y en 575 Ciáxares se enfrentó a Aliates, rey de Lidia, pero hubo alianza matrimonial del hijo de Ciáxares con la hija de Aliates. Astiages fue el último rey medo. Ciro el persa lo derrotó y en 549-547 a.C., unió los tres territorios (lidio-medo-persa).

Luego se dirigió al imperio neo babilónico (que dominaba Siria, Asiria y Palestina) y lo conquistó en 538 a.C.  Egipto fue logro de su hijo Cambises en 525 a.C. Darío lo sucedió en 522 y emprendió la reconquista de Tracia y otras ciudades griegas del Asia Menor (Anatolia). En 499-493 hubo una revuelta en Jonia, que se extendió a otras ciudades de Asia Menor, Chipre y Tracia. Persia se impuso y lo controló (con ayuda fenicia) pero tuvo que aceptar gobiernos democráticos en esa satrapía. Este fue el casus belli. Desde Helesponto (estrecho de Dardanelos, Egeo-Marmara e Istambul) partió expedición hacia el Egeo, pero fracasó. Una segunda buscó apoyos en Atenas, donde encontró apoyos (o colaboracionismo). Atenas en dificultades políticas internas por disputas de familias poderosas, derivadas de reformas de Clístenes no podía hacer frente a los persas. Esparta no negó apoyo pero lo condicionó por motivos religiosos. La expedición persa partió de Samos y llegó a las islas Cicladas y tomo Eretria, reduciendo a esclavitud a sus habitantes. Esto alarmó a los atenienses.

Hubo varias batallas. Maratón en 490 que con una buena estrategia, obligando al ejército a pelear en fracciones, fue de triunfo ateniense. Esparta envió apoyos tarde, lo que inició las rivalidades.

La muerte de Darío dejó el poder en manos de Jerjes, que impulsó el expansionismo. Se fundó la Liga Helénica, liderada por Esparta. Los persas habían conseguido apoyo en Grecia central y eso les dio el poder de triunfar en las Termópilas (480). El triunfo duró poco pues pocos meses después en Salamina los griegos se impusieron y obligaron a Jerjes a la retirada. Esto aumentó la confianza griega y provocó rebelión en Jonia contra los persas en Samos.  Aunque las fuerzas de la Liga Helénica se mantenían fuertes, Ática estaba en riesgo. Mardonio, de los persas, busca alianza con Atenas a través de Alejandro, rey de Macedonia, pero fue rechazada. Atenas pidió apoyo a Esparta pero se negó. No intervino hasta que fue una acción de la Liga en conjunto. La batalla terminó con éxito griego, liberación de Jonia y su inclusión en la Liga Helénica.





2. Ligas y Hegemonías

El mundo de los estados aislados, políticamente autónomos y económicamente autosuficientes cede en el s. VI a.C. y se desarrollan organizaciones supraestatales para tener protección.  Hubo algunas dificultades para las alianza por rivalidades entre poleis y por el deseo de Esparta de una Liga del Peloponeso, dominada por Esparta. Hubo intervenciones militares espartanas en Ática en 510 y 502 a.C., para deponer tiranos. Eso dio como resultado una alianza con Atenas que duró hasta 462 a.C. 

En 481 se forma la Liga Helénica, liderada por Esparta y Atenas por su evidente protagonismo. Hubo varios congresos de la Liga, acordando paz entre poleis y el liderazgo de Esparta (que hacía el aporte más grande de ejércitos). Luego nació la Liga de Delos o Liga Ática (ateniense), en 477 y convivió con la Liga del Peloponeso (espartana). La liga Ática se fortaleció y recaudó tributo de 250 estados miembros.


3. El “Imperio ateniense”.

La hegemonía en el mar era indiscutible. Corinto se alineó con Atenas, mientras que Egina (isla entre Atenas y el Peloponeso) fue distante. Fue acusada de “medismo” y Atenas pidió intervención de Esparta que no llegó. Atenas continuó creciendo en naves y pasó de 50 en 487 a 250 en 482.

Mientras tanto, las reformas de Clístenes buscaban equiparar fuerzas políticas en Atenas. El consejo de los 500 se constituyó como poder ejecutivo, judicial y algo de legislativo. Los arcontes subieron de 9 a 10 y como integrantes del Areópago, fueron los guardianes de la constitución y mantuvieron sus competencias tradicionales. Aunque se presume como una evolución la democracia, en la época fue una forma degenerada de gobierno (Aristóteles) y muy criticada. Muchos fueron castigados con ostracismo, aunque les fue permitido regresar cuando hubo necesidad de su liderazgo. En 460 inició la guerra contra Esparta y que fue intermitente hasta 404.

Luego del conflicto con los persas, el Areópago recuperó su poder y gobierno de la ciudad, aunque fue usurpado pues no hubo decreto que lo concediera por lo que fue reducido y desempoderado en favor del Consejo de los 500, la Asamblea (ekklesia) y los tribunales populares. Atenas se convirtió en modelo de libertad, justicia y democracia, y se buscó una mayor participación política. Se instauró la paga por servicios políticos, lo que permitió que grupos menos acomodados accedieran al poder y al ser los cargos por sorteo, cualquier ciudadano podía acceder a estos. Esta fue la democracia radical. Los grupos no aristocráticos se vieron favorecidos durante el gobierno de Pericles, aunque la aristocracia conservó el control de la milicia y sus jefes estratégicos. 

El inicio de la guerra contra los persas (499-479) implicó una tregua obligada a las hostilidades entre poleis, en favor de la causa helénica. Atenas redujo por ello su deseo expansionista anterior. Luego de ese período, Atenas retomó las hostilidades hacia Esparta. El proyecto expansionista o imperial, si existió, fracasó por la derrota ante Esparta en la guerra y la priorización marítima de Atenas.

Algunas ciudades de la Liga de Delos contribuían con naves, otras con tributos. Atenas fue sustituyendo las contribuciones para que todas fueran en moneda, pero fue un proceso lento. 

Después de la paz de Calias en 451 a.C., el peligro persa estaba virtualmente desaparecido. Atenas siguió exigiendo tributo e impuso una moneda común: el dracma. 

Es discutible si era un imperio, pues las poleis conservaron su autonomía, sin embargo Atenas utilizó prácticas imperialistas. En 449 a.C., Pericles quiso refundar la Liga de Delos, primero por la vía diplomática y luego por la coerción, lo que algunos ven como la transformación de la Liga en Imperio. Poco a poco Atenas fue tomando decisiones para su propio beneficio exclusivamente. Había funcionarios atenienses en las poleis, supervisores de las actividades locales. Cuando había rebeliones, Atenas establecía guarniciones permanentes y cambiaba el estatus de ella a dependencia como estado tributario, y se establecía un gobierno democrático leal a Atenas. Se hizo frecuente el modelo de cleruquías, que no implicaban nuevas ciudadanías sino extensión de la ateniense a soldados y colonos ahí instalados, provenientes de ciudadanos desempleados y sin tierra. 


4. La guerra entre griegos

A pesar del magistral análisis de Tucídides de esta guerra que se libró entre 431 y 404 a.C., no la denominó guerra del Peloponeso (pues sabía que los espartanos podrían querer que se llamara guerra de los atenienses). No es una guerra sino una sucesión de ellas que Tucídides narra con esfuerzo de imparcialidad, aunque en ocasiones trata de exculpar a Pericles (a pesar de que Tucídides era de la familia de Cimón y de Melesias, adversario de Pericles. Por ejemplo en la Oración Fúnebre que se supone pronunció Pericles en 431 en el funeral público en el Cerámico, pero su redacción supone que se hizo luego de la derrota ateniense de 404. 

Se ha hablado de causas políticas como la rivalidad de Esparta y Atenas, militares como el recelo entre la Liga del Peloponeso y la Liga ático-délica, económicas como el deseo de control del comercio marítimo de Atenas, y hasta psicológicas por la incapacidad de Pericles de intentar evitar la guerra y la respuesta a las reiteradas embajadas espartanas, con peticiones que Pericles no aceptaba ninguna, pues ceder en una supondría en el futuro esclavitud.

El conflicto abarcó todo el mundo griego, hasta las colonias fuera del Egeo y el involucramiento de potencias no griegas como Cartago, Tracia, Macedonia y el Imperio Persa. Se agruparon en dos bloques en torno a Atenas o a Esparta.

El bloque ateniense conformado por más de 200 estados aliados, no todos parte de la Liga ático-délica, algunos solo por temer ataques espartanos. El bloque espartano lo formaban los estados de la Liga del Peloponeso y otras poleis aisladas, así como el Imperio Persa. Algunas poleis se mantuvieron neutrales, significando con esto que no participaban de la contienda militar pero sí daban ayuda militar o estratégica. Otros antes aliados se fueron declarando neutrales si se les ponía difícil la situación.

La “primera guerra del Peloponeso”, fue en 460 y concluyó con la paz de 30 años en 446. Paz que no fue respetada realmente pues hubo incursiones breves. Incluso ese impasse fue aprovechado para trasladar el tesoro de la Liga Délica a Ática y empezar a usarlo en beneficio exclusivo del Imperio en Atenas. Con la excusa del riesgo de una invasión persa, Atenas quiso celebrar un congreso para fortalecer aliados, pero como no pudo, exigió tributos. Sin embargo sí se respeto entre las dos Ligas, por lo menos una década. 

Los años siguientes, llamados por Tucídides los prolegómenos, dibujan provocaciones de Atenas confiados en que Esparta no rompería la paz, como el control de dos colonias corintias (Corcira y Potidea), irrespeto a la autonomía de Egina, el decreto megarense que les prohibía a los megarenses (megara es al sureste de Ática, entre Ática y Corintia) el comercio en Ática y puertos de la Liga Ático-délica, la ocupación de la ciudad beocia (Beocia es al norte de Ática) de Platea.

Ya para el año 431 la guerra había comenzado de nuevo.

Inicia con la guerra de Arquídamo, rey espartano. Pericles, en una estrategia de priorización ante un enemigo inevitable e invencible, desplaza todos los campesinos del Ática, detrás de la gran muralla, lo que generó desaprobación, luego creación ante invasiones, devastación de los campos y pestes. Sin embargo el balance de los primeros 5 años de guerra fue favorable a Atenas, aún no derrotada en el mar. En 423 se acordó una tregua que duró un año. En 421 se firma la paz de Nicias entre Atenas y Esparta únicamente, el que incluía cesiones y desalojo de territorios. Estos debieron hacer frente común en 420 ante una coalición peloponésica encabezada por Argos que aglutinaba varias poleis.

La entrada de Argos en la guerra cambió el balance de poder. Se suma que en medio de esa situación, Alcibíades ejecuta una expedición a Sicilia en 415, para reversar la declaración de independencia. Era inconveniente por la necesidad de orden interno y porque en Sicilia había Cartagineses lo que internacionalizaría el conflicto. Una juventud deseosa de nuevos planteamientos y estrategia políticas lo apoyaba. Fue un fracaso y con apoyo espartano, Atenas sufrió su primera derrota en el mar. 

Alcibíades, acusado de ofensas religiosas, fue el enemigo y fraguó así una tradición: convenció a los espartanos de invadir el Ática., quienes ocuparon Decelia al norte de Atenas. Esto hizo requerir más recursos a Atenas y provocó salidas de la Liga Ática. Detrás estaba Alcibíades y el sátrapa persa Tisafernes.

En la fase final del conflicto, Persia firmó tratado con Esparta, el Tratado de Mileto: las ciudades de Asia serían liberadas de Atenas y pasarían a control persa. Alcibíades logró el apoyo de Samos, pero éstos querían luchar contra la oligarquía ateniense. Lograron derrotar a los espartanos en Cízico (410). En Atenas esto tuvo repercusiones: se reinstauró el consejo de los 500 (depuesto por el de los 400), algunos oligarcas huyeron y otros fueron ejecutados. Alcibíades logró regresar a Atenas, los cargos religiosos no se habían olvidado pero la emergencia ameritaba la posposición. Se puso a cargo de flotilla pero al ser derrotado fue depuesto. En todo caso los espartanos solicitaron conversaciones de paz que incluían la oferta de abandonar Decelia (al norte de Atenas). El demagogo de Colofón lo rechazó. 

Lisandro, el general espartano, se alió con el rey Darío y logró vencer. Tomó varias ciudades del área y algunas poleis de Asia Menor le dieron el apoyo. Atenas sufrió un doble ataque por tierra y por mar. Los grupos pro oligárquicos se fortalecieron y depusieron a Cleofón. Se nombró una comisión que negoció paz con Esparta, la que aceptó que permaneciera la muralla y que Atenas conservara el dominio sobre toda el Ática y se formaría alianza entre Atenas y Esparta, concluyendo así la guerra.

En Atenas los oligarcas retomaron el poder y se encargó este a 30 ciudadanos, lo que se llamaría luego el gobierno de los 30 tiranos. Este grupo ejerció persecuciones políticas y hubo un caos. Pausanias, el general espartano invadió el Ática para poner orden. Luego se organizaría un nuevo régimen en 403/402 con el arconte Euclides. Atenas se mantendrá en orden hasta 322.