Barceló, Pedro. "La crisis del siglo III" y "El Imperio Tardorromano" en: Breve historia de Grecia y Roma. pp. 274-301.
La crisis del siglo III
1.- Los severos
A partir de 193 se instala la dinastía de los Severos, iniciando con Septimio Severo que asciende al eliminarse Cómodo, el sucesor de Marco Aurelio, quien logró estabilizar el frágil orden político interno y defender con éxito las amenazadas fronteras orientales y Occidentales del Imperio Romano. Destacan las mujeres de esta dinastía.
Hay una consolidación del poder imperial, se alcanza la igualdad jurídica al decretar Caracalla en 212 la ciudadanía romana a todos los hombres libres de las provincias y a raíz del intento fallido de Heliogábalo de intentar imponer su culto del dios solar sirio en Roma, demuestra que las creencias personales del emperador pueden tener fuerza normativa si van acompañadas de sonados éxitos militares y políticos.
2.- Los emperadores soldados
Tras la muerte de Severo Alejandro en 235, el último de esta dinastía estalla la mayor crisis por dificultades económicas, retroceso poblacional como consecuencias de las múltiples epidemias, rebeliones en pueblos vecinos y un cambio en las condiciones económicas y políticas.
Roma pierde su capitalidad por la creciente importancia militar de las regiones periféricas (Siria, Iliria, Panonia, África y Galia). Hay tendencias disgregadoras centrífugas (separación Galias en 259-273 y reino de Palmira 262-274).
Muestran pretensiones al trono imperial casi exclusivamente oficiales de carrera y cualquier proclamación de un emperador promocionada por el estamento militar era formalmente válida. Era el ejército y no el Senado la fuente de legitimación. Las soluciones senatoriales en Roma perdieron su viabilidad y capacidad de imposición.
El término emperador soldado con el que la investigación denomina a esta época contrasta con el de imperio senatorial.
Los Flavios y los Severos mostraron reverencia al Senado, pero con el ascenso del militar Maximio Tracio (que era bárbaro) eso desapareció. Se mantuvo con los Gordianos (238-244) pero Galieno (253-268) iniciará una renovación basada en el neoplatonismo que seguirá con Aureliano (270-275) quien habiendo recuperado las secesiones de las Galias y Palmira buscó instaurar un culto estatal en Roma hacia el dios Sol, que es un mensaje política de unificación en un mundo amenazado por la desintegración. Sin embargo decenas de pretendientes y usurpadores se fueron relevando en el trono imperial romano.
3.- Cambios estructurales en la economía y la sociedad
Las fuentes son escasas y son reflejos de los profundos procesos religiosos, económicos y sociales. Se observan en fuentes numismáticas y material epigráfico. Las fuentes jurídicas del siglo IV y el material de los Padres de la Iglesia son puntos de referencia.
La aristocracia mantiene ventajas pero la formación militar es más apreciada. Hubo interminables guerras civiles, inseguridad económica (depreciación del dinero y retroceso a una economía de trueque y autoabastecimiento) y represión del Estado.
Los pequeños y medianos agricultores buscaban protección y surge una nueva capa social: el colonato. El servicio público del decurión deja de ser una alta distinción política y social.
4.- La situación en las fronteras
Aunque durante el siglo II las fronteras fueron hábilmente mantenidas por Trajano y Septimio Severo, hacia el siglo III hubo una retirada masiva de grandes contingentes de tropas en las fronteras para emplearlos en las políticas internas. Los pueblos fronterizos aprovecharon para saquear y hacer incursiones (alamanes en el norte de Italia, francos en la Galia e Hispania). Territorios pasan a manos de las tribus germánicas (260) y en el Danubio Dacia fue tomada por godos y sármatas. En Oriente en 227 el dominio de los partos arsácidas fue relevado por los persas sasánidas (que invocaban la tradición imperial de los antiguos persas aqueménides), que eran más aguerridos y peligrosos.
Se hace inevitable definir postura del Imperio romano hacia los cristianos.
El Imperio tardorromano
1.- La Tetrarquía
Con Diocleciano (284) comienza la nueva y última fase de la época imperial romana. Creó un colegio de cuatro emperadores simultáneos. Configuró dos esferas administrativas: Oriente reservada a los augustos (Diocleciano y Maximiano) y Occidente a los césares (Galerio y Constancio), los primeros con autoridad para promulgar leyes y tomar decisiones sobre las guerra y la paz, y los segundos administraban las provincias y tenían la tarea de proteger las fronteras. Roma pierde su carácter de centro político el que se traslada a las zonas periféricas.
Del princeps civitatis se pasa al dominus como todo poderoso señor que gozaba de veneración divina. Los ciudadanos romanos pasan de estar orgullosos se se civitas romana a ser súbditos
Hay articulación de la sociedad en Honestiores y Humiliores,un tratamiento desigual ante las leyes y un sistema escalonado de privilegios.
2.- Constantino
Al morir Constancio los tetrarcas nombraron emperador a su hijo Constatino (306-337). Majencio (306-312) hijo de Maximiano, se gana el trono de África e Italia con el apoyo de los soldados. Hay una desmesurada cantidad de emperadores en funciones y constantes guerras civiles, lo que pone de manifiesto la desunión reinante en las élites militares. La supremacía de la Casa Constantiniana acaba con esto. Su invocación al dios cristiano puso un símbolo de independencia política y libertad en la toma de decisiones y en ello subyace la pretensión de optar por el poder supremo en exclusiva. Es fundamental que en el 312 construyó la basílica Laterana (luego Archibasílica de San Juan de Letrán y sede de la diócesis de Roma) en el terreno de un cuartel que mandó demoler. Se abandonan las monedas con la imagen del Dios Sol (308 a 323) y a partir de 315 aparecen alusiones a símbolos cristianos.
Con la muerte de Constantino se acaba la tregua de las disidencias dentro de la Iglesia Cristiana (donatistas, arrianos, etc.) Pero en todo caso sí se le reconocía el agradecimiento por ser protector y ser el primer emperador cristiano. En el concilio de Nicea (325) se le reconoció como cabeza visible y máxima de la cristiandad.
Fundó Constantinopla con las mismas instituciones romanas convirtiéndose en el núcleo de poder político más importante del Imperio.
3.- La administración del Bajo Imperio.
En el Bajo Imperio hay una creciente burocracia, que requiere enormes cantidades de recursos.
La peste del siglo II causó una tremenda mortandad y junto con las irrupciones de pueblos bárbaros, cambiaron las estructuras sociales. Se estanca el número de esclavos y la mano de obra libre va adquiriendo un papel más importante cada vez en el proceso de producción. La carga impositiva sobre la población es excesiva.
El círculo vicioso de contratar funcionarios para tratar de proveer ingresos para pagar funcionarios hace fracasar todas las medidas de equilibrio fiscal.
A partir del siglo IV se consolida un cuerpo estatal dirigista, lastrado por la burocracia, con una estratificación social por la hereditariedad de los estamentos y oficios así como por los campesinos de la gleba.
4.- La política exterior
El imperio romano estaba a la defensiva: abandono de Dacia, entrega a los alamanes del este del Rin, señalan una fase de reacción y no de acción.
Godos y sármatas en el Danubio y alamanes y francos en el Rin, así como peras y árabes en el Éufrates hacían tropelías en las fronteras imperiales y se luchaba contra ellos a duras penas.
Con Diocleciano y Constantino, el ejército se reorganiza. Se estructurará a partir de ahora como tropas de choque móvil y unidades de protección en las fronteras más conflictivas.Buscaba demostrar poder y concluir pactos con los vecinos del Imperio. La política de apaciguamiento se hace cada vez más costosa y difícil.
En 378 tiene lugar la derrota en Adrianópolis, lo que preludia la invasión germana en Tracia y a partir de ahí a otras zonas bajo dominio romano.
Poco a poco los aliados de Roma pasan a convertirse en los verdaderos artífices de la política imperial romana. Los federados germanos obtienen las riendas del poder.
5.- Teodosio.
El 19 de enero de 379 fue proclamado emperador Teodosio. Y en 382 debe firmar tratado con los godos a los que les fueron asignados importantes terrenos al sur del Danubio a cambio de brindar aportar ayuda armada a Roma. Con esto se perdieron de facto los derechos de soberanía sobre extensas regiones y los recursos financieros se resintieron adicionalmente.
Su política religiosa consolidó el paso a la teocracia. El edicto de fe de 380 especifica en el Códex Teodosiano la naturaleza del credo correcto para la población. La simple adoración a Cristo no bastaba, solo da por válida la fé católica ortodoxa (declarando el arrianismo y la variante donatista como desvíos), aparecen obispos como portavoces, y es el inicio de las querellas posteriores entre dirigentes eclesiásticos y el emperador: Estado e Iglesia andarán caminos distintos, en un dualismo desconocido en la Antigüedad.